Desde las 18:00 de este martes, 26 de abril del 2016, los dueños de bares y discotecas de Quito abrieron sus puertas para recuperar las ventas que no tuvieron desde hace 10 días. El cierre temporal de estos establecimientos se originó luego del terremoto sucedido el pasado 16 de abril.
La idea de la medida era evitar que existan incidentes por las constantes réplicas que hubo en el país. Sin embargo, desde ayer, esa orden se levantó y los propietarios de los locales restablecieron la atención. Dicen que lo harán durante todos los días de esta semana y la próxima, pues necesitan recuperar los ingresos que no tuvieron durante el tiempo del cierre.
Ese es el caso de Marco Rueda. Él es parte de una discoteca en el sector de La Prensa, en el norte de Quito. Su negocio se abre regularmente desde los jueves hasta los sábados. Pero con el cierre dice que optó por abrir desde ayer. “No se vende mucho pero algo es algo”, señaló. Su local tiene capacidad para 60 personas aunque hasta las 20:00 de hoy, solo llegaron cuatro.
En el sector de la Prensa existen aproximadamente 25 negocios entre bares, discotecas y karaokes. Hoy al menos ocho están abiertos. Uno de esos fue el de Pedro Lagos. Él trabaja desde hace un año en una disco y durante ese tiempo es la primera vez que se siente preocupado pues dice que el dueño le dijo que no le pagaría esa semana porque no hubo trabajo. De allí, que con dos compañeros más ofertan a la gente que pasa por esa zona para que entren y “consuman”.
Para los propietarios el cierre de los bares fue perjudicial, ya que significó el 25% de sus ingresos mensuales. Con eso el pago de servicios básicos, arriendo, sueldos de trabajadores y pagos de proveedores se les dificulta. Por ejemplo, Lorena García dice que este mes no habría ganancias en su karaoke. Esto porque cada semana de trabajo le representa USD 800 y con el cierre se desfinanció. Por eso espera que en los próximos días pueda recuperarse y pagar los sueldos de sus dos empleados y proveedores.
En la Plaza Foch, al norte de la ciudad, los negocios también empezaron atender a sus clientes. Allí, durante los 10 días de cierre atendieron solo restaurantes y hoteles. Por eso, las calles lucían vacías en comparación con un fin de semana regular. Hoy los turistas empezaron a llegar. “De a poco están llegando”, indicó Rodrigo, un joven que trabaja como mesero de un bar. Él habló con este Diario y señaló que los dueños del establecimiento optaron por reducir personal esta semana. En el local, con capacidad para 80 personas, atienden regularmente 6 meseros. Hoy trabajaron tres.
Otros en cambio recurren a las promociones para animar a los visitantes. Eso ocurre en la disco en la que trabaja Matilde Mora. Ella dice que esta semana no cobraran entrada a las mujeres y que a partir del viernes se dará dos cocteles por el precio de uno. La idea es generar interés en la gente y que consuman para recuperar los ingresos.