Barcelona homenajea a sus muertos y la policía sigue buscando a fugitivo

Barcelona homenajeó a las víctimas del atentado en una solemne ceremonia en la Sagrada Familia, el célebre templo concebido por Antoni Gaudí, al que acudieron unas 1 800 personas. Foto: EFE

Barcelona homenajeó a las víctimas del atentado en una solemne ceremonia en la Sagrada Familia, el célebre templo concebido por Antoni Gaudí, al que acudieron unas 1 800 personas. Foto: EFE

Barcelona homenajeó a las víctimas del atentado en una solemne ceremonia en la Sagrada Familia, el célebre templo concebido por Antoni Gaudí, al que acudieron unas 1 800 personas. Foto: EFE

Barcelona rindió homenaje este domingo 20 de agosto del 2017 a los 14 fallecidos en los atentados del jueves y viernes, mientras la policía sigue buscando a un fugitivo de la célula yihadista, que llegó a planear “varios” ataques en la capital catalana.

“Si supiese que está en España y supiese el sitio, iríamos a por él”. Pero “no sabemos dónde está”, declaró a la prensa internacional el jefe de la policía catalana, Josep Lluis Trapero, refiriéndose al fugado.

Según la prensa española, se trata del marroquí Younes Abouyaaqoub, de 22 años, quien habría conducido la camioneta blanca que mató a 13 personas e hirió a unas 120 en las Ramblas de Barcelona. El comandante de los Mossos d'Esquadra no quiso sin embargo confirmarlo.

Según expuso Trapero, los planes iniciales de la célula, compuesta por 12 personas -incluyendo un imán-, se vieron frustrados cuando el miércoles se produjo una explosión accidental en una casa de Alcanar, a 200 km al sur de Barcelona.

“En ese momento se estaban preparando los explosivos para con inminencia hacer uno o varios atentados en la ciudad de Barcelona”, en objetivos que no quiso precisar, indicó Trapero.

En esa casa había almacenadas más de cien bombonas de butano, precisó el funcionario. En ella, la policía catalana ha encontrado ya “ingredientes” de TATP, un explosivo empleado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que reivindicó ambos atentados.

De los 12 presuntos miembros conocidos de la célula, cuatro están detenidos, cinco murieron tras perpetrar un ataque en Cambrils (120 km al sur de Barcelona), uno está fugado y otro murió en la casa de Alcanar.

El duodécimo podría haber fallecido también en este accidente, ya que en esa vivienda se encontraron “restos como mínimo de dos personas”, según Trapero.

Por otro lado, ninguno de los 12 integrantes de la célula, de entre 17 y 34 años de edad, tenía antecedentes vinculados con delitos de terrorismo, apuntó el jefe de los Mossos d'Esquadra.

Trapero confirmó que uno de los miembros es el imán de Ripoll, un pueblo del norte de Cataluña donde vivieron muchos de los integrantes de la célula.

Su compañero de piso lo identificó como Abdelbaki Es Satty, y el sábado la policía registró su vivienda.

En las últimas horas han crecido las sospechas de que el imán, de 42 años, lideraba la célula.

“Se juntaba más con los jóvenes que con gente de su edad”, dijo a la AFP un vecino de Ripoll, describiendo al imán, que llegó al pueblo hacia el año 2015. Éste había pedido además en junio unas vacaciones de tres meses, diciendo que debía viajar a Marruecos.

Homenaje en la Sagrada Familia 

Horas antes, por la mañana, Barcelona homenajeó a las víctimas en una solemne ceremonia en la Sagrada Familia, el célebre templo concebido por Antoni Gaudí, al que acudieron unas 1.800 personas.

En la ceremonia, celebrada bajo fuertes medidas de seguridad que incluyeron el despliegue de francotiradores, participaron el rey Felipe y la reina Letizia de España, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el del Ejecutivo catalán, Carles Puigdemont.

Centenares de personas permanecían también fuera del templo.

“Las Ramblas son algo muy fuerte para nosotros; paseamos muy a menudo, me podía haber pasado a mí, a mis hijos y a cualquiera”, dijo a la AFP antes de la misa Teresa Rodríguez, residente en Cataluña desde 1969.

“Esto nos puede pasar a cualquiera; incluso a mí de turista me puede pasar”, abundó la chilena Francisca Rubio.

La misa fue oficiada por el arzobispo de Barcelona, el cardenal Joan Josep Omella. “Nuestro silencio y nuestra oración, nuestra presencia en este lugar santo, es signo de repulsa del atentado”, destacó en su homilía.

La capital catalana tratará de recuperar la normalidad, con el partido de liga previsto esta tarde entre el Barça y el Betis en el Camp Nou. De manera simbólica, los jugadores lucirán en sus camisetas la palabra “ Barcelona ” y no su propio nombre.

“La reconquista de la normalidad es la mayor derrota de quienes quieren alterar nuestra normal forma de vida”, de la cual forma parte “el fútbol”, afirmó Puigdemont.

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