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Dep. CuencaRedacción Guayaquil
Una vez más se cumplió la conocida y repetida frase “todos juegan para Barcelona, pero Barcelona no juega para sí mismo”. Los canarios empataron 1-1 con el Deportivo Cuenca la noche del sábado en el estadio Monumental.
El equipo del Astillero necesitaba ganar a los morlacos para alejarse de las últimas posiciones de la tabla acumulada del torneo local y de la zona del descenso. Manta y el Técnico Universitario, rivales directos del equipo de Juan Manuel Llop, perdieron sus partidos contra la Éspoli y el Deportivo Quito, en ese orden.
Antes empezar el juego, los toreros ya conocían esos resultados. Sin embargo, el juego tibio y deslucido que mostraron impidió que obtuvieran los tres puntos.
Los primeros en ser pifiados por la hinchada, apenas empezó el cotejo, fueron los defensas José Luis Perlaza y Óscar Bagüí. Después los gritos y las silbatinas de reprobación alcanzaron a todos los jugadores y al técnico Llop.
Barcelona, en los primeros minutos, se mostró como un equipo novato. Las imprecisiones a la hora de dar pases hicieron parecer que los jugadores no habían actuado juntos. La pelota iba por un lado y los futbolistas por otro.
Eso hizo que el partido se volviera aburrido. Deportivo Cuenca se encerró en su campo de juego. El orden táctico y la aplicación en la marca fueron las principales virtudes del conjunto del estratega argentino Guillermo Duró.
Los morlacos plantearon un juego basado en una defensa férrea y en el contragolpe a través del delantero Rodrigo Teixeira.
Para este cotejo, el DT argentino Juan Manuel Llop cambió el planteamiento que venía utilizando. Colocó a Juan Samudio como único delantero y detrás de él a Raúl Román y por la banda derecha a Hernán Encina.
Matías Oyola empezó como volante de marca y pasó a ser volante ofensivo; por la franja izquierda, alineó a Giovanni Nazareno. Pero el juego de los canarios fue predecible y sin profundidad. Esto pese a que a los 30 minutos el Llop replanteó el equipo.
Con el ingreso del atacante Pablo Palacios por Giovanni Nazareno, el estratega torero intentó fortalecer su poder ofensivo. “Lo cambié por desobediencia táctica”, justificó Llop en la rueda de prensa, después del partido.
Esta variante le permitió a Oyola moverse a la banda izquierda. Esto ayudó a que Barcelona llegara con más frecuencia a la portería rival al menos con pelotazos al área que no tenían un destinatario fijo.
Samudio estuvo gran parte del primer tiempo solo en el ataque. La pelota no llegó a sus pies y eso lo obligó a retroceder hasta el centro de la cancha para intentar elaborar jugadas de peligro.
La clave del Cuenca fue agrupar la mayor cantidad de jugadores en el medio campo. Así lograron opacar la habilidad del argentino Hernán Encina.
Barcelona no fue superior a su rival en ningún momento. No obstante, al minuto 67, Samudio abrió el marcador con un tiro penal luego de que Teixeira derribó en el área a Matías Oyola.
Pero Teixeira enmendó su falta 10 minutos después. Un error en la ejecución de un tiro libre del lateral Óscar Bagüí le permitió al Cuenca generar un contragolpe. El delantero burló la marca de José Luis Perlaza y Carlos Castro, y venció a Máximo Banguera. Hoy, Barcelona sigue penúltimo, con 34 puntos en la tabla acumulada, uno menos que el Manta, que es octavo.
La figura
R. Teixeira tuvo una opción y marcó
Fue el único delantero en el planteamiento que puso el técnico argentino Guillermo Duró. No tuvo muchas oportunidades de gol, pero la más clara la concretó, pese a la marca asfixiante de Carlos Castro y de José Luis Perlaza. A los 80 minutos del partido fue reemplazado por John García, pero salió aplaudido por sus compañeros.
La contrafigura
Un error de Óscar Bagüí terminó en gol
No fue eficiente en la marca y tampoco en la proyección al ataque. Los centros que lanzó desde la banda izquierda no tuvieron un destinatario fijo. Fueron pelotazos al área que en ocasiones terminaron en los pies de los jugadores del Deportivo Cuenca. Su rendimiento en este año ha ido en descenso por sus desniveles.