La EP Santa Bárbara se recupera tras pérdidas sucesivas en el área de fabricación de municiones

En el área de metalmecánica, dos operarios sueldan una pieza metálica. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

En el área de metalmecánica, dos operarios sueldan una pieza metálica. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

En el área de metalmecánica, dos operarios sueldan una pieza metálica. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Antes de ingresar al área de fabricación de municiones, los operarios tocan una barra de metal. “Es para bajar la electricidad estática”, dicen.

Tras cumplir el procedimiento de seguridad, los trabajadores se ubican frente a las máquinas. Parecen inmóviles, pero sus movimientos son milimétricos. Allí, en la Empresa Pública Santa Bárbara, se da forma a las pequeñas piezas que más tarde conformarán un revólver o pistola, por ejemplo.

La compañía tiene 40 años de historia. Los últimos cuatro años (hasta julio del 2018) reporta pérdidas por USD 1,9 millones, según información de la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas.

Para el gerente, Luis Alberto Carrillo, las cifras son más satisfactorias y dice que las pérdidas son de USD 1,5 del 2014 al 2017. Asegura que la meta de este año es obtener una ganancia de USD 1 millón, que servirá para pagar antiguas deudas de la empresa. “Pero fuera de eso también tendremos otro millón de utilidad”.

Desde enero pasado, cuando Carrillo asumió la administración, la compañía ha conseguido proyectos por USD 25,9 millones. Los datos públicos en el presupuesto de ingresos de la empresa confirman que se tratan de proyectos ejecutados, en ejecución y de seguimiento.

A inicios de este año, Santa Bárbara tenía deudas por USD 2,7 millones. Actualmente esos pasivos se han reducido y ahora son de 2,2 millones.
¿Qué pasó con las anteriores administraciones? Carrillo evita comentar sobre los que le precedieron, pero las pérdidas empiezan desde el 2008, cuando, a través de reformas legales, se le quita a la empresa la línea de negocio de venta de municiones y armas para cacería. Un año después, Santa Bárbara incursionó en la fabricación de estructuras de metalmecánica, como puentes por ejemplo. “Esta área nos permite tener liquidez y tener planta operativa”, dice Carrillo.

El actual Gobierno incluyó a Santa Bárbara en un plan para optimizar el gasto público y reducir el déficit fiscal. Sin embargo, la EP no recibe ninguna ayuda del Estado. Se autosustenta a través de la fabricación de armas y municiones, realiza certificaciones de armamento, repotenciación para alargar la vida útil de chalecos antibalas y armas, destrucción de granadas y municiones. Además, desarrolla equipos de blindaje. Sus principales clientes son las FF.AA., la Policía, el Banco Central (por el manejo de dinero) y las empresas de seguridad privada.

En la línea de metalmecánica, los operarios fabrican casas prefabricadas, turbinas, plataformas, hangares y superestructuras para puentes carrozables. Todos los clientes son ministerios y entes públicos.

 

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