El presidente Barack Obama en el Teatro Nacional de La Habana este martes 22 de marzo del 2016. Foto: AFP
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, abogó el martes 22 de marzo del 2016 en Cuba con palabras muy directas por la democracia, durante un histórico discurso pronunciado ante su homólogo Raúl Castro y la plana mayor del Gobierno comunista de la isla.
“Yo creo en la democracia”, dijo Obama, que también se dirigió a su auditorio en el Gran Teatro de La Habana directamente con varias frases en español. “El futuro de Cuba tiene que estar en las manos del pueblo cubano”, pidió en castellano.
“Creo que los ciudadanos deberían ser libres de decir su opinión sin miedo, de reunirse, de criticar a su Gobierno y de protestar pacíficamente”, pidió Obama. “Y sí, creo que la gente debería ser libre de elegir sus Gobiernos en elecciones democráticas y libres”, agregó el mandatario, sin referirse explícitamente a la situación política en Cuba.
El líder estadounidense desgranó durante varios minutos su visión de por qué considera a la democracia el mejor sistema, apuntando también a los defectos que ve en Estados Unidos.
“Hay todavía enormes problemas en nuestra sociedad. Pero la forma en que nosotros los solucionamos es la democracia”, dijo, tras mencionar también antes el sistema de partido único que rige en la isla desde hace décadas.
Obama también tendió puentes hacia el oficialismo cubano. “Mi visita demuestra que Cuba no tiene que temer una amenaza de Estados Unidos”, dijo dirigido directamente a Raúl Castro.
Ambos mandatarios se habían reunido el día anterior por primera vez en el Palacio de la Revolución de La Habana, el centro del poder del castrismo. El presidente abrió su discurso con un “saludo de paz”, pronunciando también estas palabras en español. “He venido aquí para enterrar el último vestigio de la Guerra Fría en las Américas”.
Ambos países rompieron relaciones en 1961, dos años después de la revolución cubana y en un punto álgido del enfretamiento ideológico entre los bloques capitalista y comunista. Castro y Obama anunciaron en diciembre de 2014 un histórico acercamiento entre ambos países.
El presidente estadounidense volvió a criticar el embargo comercial y económico que su país impone a Cuba desde los años 60 y llamó al Congreso de Estados Unidos a suspenderlo. “Es hora de levantar el embargo”, clamó. Al mismo tiempo, pidió a los cubanos más reformas y apertura.
El presidente mencionó directamente a célebres artistas cubanos como la fallecida Celia Cruz o Gloria Estefan. La música de ambas cantantes, de fama internacional, estuvo durante años proscrita en la isla debido a las posiciones anticastristas de las dos artistas.
Obama celebró el acerbo cultural cubano llegado a Miami de la mano del exilio como los ritmos del chachachá, platos típicos cubanos como la “ropa vieja” y también la gran afición de ambos países por el béisbol.”Compartimos una pasión común, ‘la pelota'”, dijo usando en español la expresión coloquial cubana para hablar del béisbol.
El conflicto ideológico entre Washington y La Habana dividió durante décadas a familias cubanas a ambos lados del Estrecho de la Florida. “Sí se puede”, dijo Obama también en castellano para cerrar su discurso, pocas horas antes de dejar La Habana para viajar a Argentina. “Todos somos americanos”, volvió a decir el mandatario como hizo el 17 de diciembre de 2014, cuando anunció desde la Casa Blanca el histórico acercamiento con Cuba. “Conozco la historia, pero me niego a estar atrapado por ello”, enfatizó.