Avril Velasco, abanderada del pabellón nacional de un plantel particular de Quito. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Hace tres semanas Ivis Sancán recibió una llamada. Era la rectora del Colegio Luis Bonini Pino, donde estudia en Guayaquil. La chica, de 17 años, ya intuía de qué se trataba.
Alcanzó un promedio de 9,86 sobre 10 y el miércoles 23 de septiembre del 2020 llevaron la banda y el Pabellón Nacional a su casa. “Desde la escuela había luchado por alcanzarlo. Recibo este reconocimiento, aunque no cómo lo esperaba ocho meses atrás”.
La pandemia por covid-19 golpeó a la familia de Ivis. Por la crisis tuvieron que abandonar la casa que alquilaban y su padre enfermó de gravedad.
La emergencia sanitaria también alteró esta tradicional fecha. El Ministerio de Educación dispuso que todos los actos de proclamación de abanderados y escoltas y el juramento a la Bandera para el ciclo 2020-2021 se realizaran a través de medios virtuales en Costa, Sierra y Amazonía.
En total, 272 366 chicos cursan el tercero de bachillerato en el país.
Ivis y sus 101 compañeros de tercero de bachillerato participan este 25 de septiembre en un juramento colectivo, a través de la plataforma Zoom.
Solo podrán activar sus micrófonos para decir a la par: ¡Sí, juro! Sus familiares seguirán el acto en la cuenta de Facebook del plantel.
“Será un momento emotivo -dice la abanderada-. Es un logro para mi familia y aunque los tiempos sean difíciles seguiré con mis estudios en Leyes.
También quiero seguir especializándome en danza y viajar al exterior”.
El Reglamento de la Ley de Educación dice que el juramento a la bandera debe hacerse el 26 de septiembre, el Día de la Bandera. Pero en este 2020 se hace un día antes.
29 881 estudiantes lograron distinciones como abanderados y escoltas. Ellos alcanzaron los mejores promedios.
Un historial académico entre 9,50 y 9,99 sobre 10 puntos ha caracterizado a Avril Velasco desde niña. Hoy, la chica de 17 años será oficialmente nombrada abanderada del Pabellón Nacional de su institución educativa particular, en Quito.
Recibe ese reconocimiento siendo parte de un grupo de 15 chicos de tercero de bachillerato que no conoce. La crisis obligó a sus padres a cambiarla del plantel en donde estudió desde los 4 años, a otro con una pensión que cuesta la mitad.
En la modalidad virtual -cuenta- ha sido difícil hacer nuevos amigos. La ceremonia también será por Zoom y recibirá la banda de parte de su madre, Amparo Ron, quien dice que Avril es una líder. Está por comenzar su sexto nivel de ruso, buscará una beca para estudiar Biotecnología afuera.
Berta Pata también investirá a su hijo con una banda azul de letras brillantes. Frank Villafuerte es el portaestandarte de la Unidad Especializada Manuela Espejo, en Guayaquil.
A los 6 meses de edad, una intensa fiebre le dejó secuelas y afectó a su capacidad de aprendizaje. Pero ese no fue un impedimento para ubicarse entre los mejores puntajes. “Quiero estudiar Computación en la universidad y trabajar”, dice.
Educación recalcó que no están autorizados los eventos presenciales. Para las unidades educativas que no puedan contactarse por medios tecnológicos, dispuso que solo se emitan los reconocimientos mediante el acta de elección.
Pero en algunos planteles idearon planes, con estrictas medidas de bioseguridad, para resaltar esta fecha cívica. Ayer, 24 de septiembre, autoridades del SEK visitaron a los 13 mejores alumnos.
“Comunicamos los puntajes a las familias y acordamos este homenaje que, se puede decir fue una sorpresa -afirma el rector, Édgar Sánchez. Hubo mayor civismo y los chicos sintieron que el esfuerzo de tantos años no ha sido pasado por alto, pese a la pandemia”.
En el país, el 74% de chicos tercero de bachillerato está inscrito en planteles fiscales. Zamar Silva es una de ellas, es la abanderada del Colegio Mitad del Mundo.
Su madre, Jenny Riera, admite que habría querido que su hija recibiera los honores en un acto público. “Nos tenemos que conformar y celebrarlo alegres de forma virtual”.