El Banco Europeo de Inversiones (BEI) otorgó un crédito de USD 175 millones al Estado ecuatoriano “para financiar la recuperación económica en una de las zonas más afectadas por el terremoto que afectó a Ecuador en abril pasado”, así lo recoge el sitio web de la entidad financiera.
Según el portal del BEI, el crédito se suscribió hoy, lunes 14 de enero del 2016, en Luxemburgo. En la firma participaron, según información de la entidad, el vicepresidente del BEI, Román Escolano y el ministro de Finanzas, Fausto Herrera. El financiamiento se destinará a “reparar o reconstruir los servicios sociales básicos destruidos por el terremoto en la provincia de Manabí”.
Además, también se firmó otro préstamo por USD 44 millones para construir la primera línea de Metro de Quito. La entidad señaló que las obras comenzaron en el 2013 gracias a un préstamo inicial de USD 259 millones del BEI y ahora la construcción está en su segunda fase.
En el caso del primer préstamo, de acuerdo a la información del BEI, el apoyo financiero ayudará a reconstruir escuelas, hospitales, carreteras y reparará instalaciones de suministro de agua y electricidad.
El crédito fue concedido bajo el mandato de préstamos de la Unión Europea (UE) 2014-2020 para América Latina. El préstamo también contribuirá a reactivar la economía, dice la entidad, “ayudando a crear puestos de trabajo en un área en la que más de 20 000 personas perdieron sus medios de subsistencia”.
Al firmar el acuerdo de hoy, el vicepresidente del BEI, Román Escolano, destacó la importancia de este programa “para restaurar servicios vitales para el pueblo ecuatoriano, al mismo tiempo que fomenta una recuperación económica sostenible que permita volver a los niveles de productividad que existían antes del terremoto en Ecuador.
Sobre el préstamo para el Metro de Quito, la entidad europea señaló que el proyecto también está cubierto por el acuerdo de garantía de la UE que se ajusta a la estrategia del BEI de apoyar la inversión en el transporte urbano sostenible.
Específicamente, la nueva línea de metro de Quito servirá para reducir las emisiones de gases contaminantes en 30 000 toneladas.