La gerenta del Banco Central, Verónica Artola, señaló que ya está lista la propuesta de ley para que la entidad logre su independencia del Ejecutivo. Foto: Archivo EL COMERCIO
El Banco Central del Ecuador (BCE) quiere recuperar su independcia del gobierno de turno, fortalecer la dolarización y garantizar la liquidez en el mercado nacional mediante el uso de instrumentos de política monetaria, entre ellos, las tasas de interés y las operaciones de mercado abierto.
La gerenta del Banco Central, Verónica Artola, señaló este miércoles 14 de agosto del 2019 que ya está lista la propuesta de ley para que la entidad logre su independencia del Ejecutivo. El proyecto ya fue enviado al Ministro de Finanzas, quien preside el Gabinete económico y productivo, y está previsto que llegue a la Asamblea Nacional en septiembre próximo, conforme el cronograma acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La autonomía del Banco Central fue el nombre del encuentro que organizó hoy esta entidad con la participación de expertos locales e internacionales.
Al inaugurar el encuentro, Artola señaló que la política monetaria cuenta con varios instrumentos para lograr objetivos como el crecimiento económico, la creación de plazas de trabajo y la sostenibilidad de la balanza de pagos. Para alcanzar esas metas hay que impulsar el crédito y los depósitos en el sistema financiero, atraer divisas al país y establecer tasas de interés de largo plazo. Los instrumentos que dispone el Banco Central en un país dolarizado, donde no puede manejar el tipo de cambio, son menores comparado con naciones que poseen una moneda propia, sin embargo, sí existen herramientas de política monetaria como las tasas de interés.
En la actualidad, las tasas de interés en Ecuador tienen límites máximos en todos los segmentos de crédito, una política que se implementó en julio del 2007, con la Ley de Regulación del Costo Máximo Efectivo del Crédito.
Artola señaló que la próxima semana llegará al país un equipo del Banco Mundial con el objetivo de analizar esa política y definir si continúa como está o se deja flotar las tasas de interés, es decir, que el costo del dinero sea fijado por el mercado. No hay fecha para tomar una decisión sobre este tema, señaló.
Otras herramientas que dispone el Central son las operaciones de mercado abierto (OMA), el manejo de las reservas bancarias, de las reservas mínimas de liquidez, la compra de oro o el manejo de los títulos del Banco Central
Artola también mencionó que como parte de la autonomía del Banco Central existe la propuesta para que las utilidades que genere la entidad no vayan al Ministerio de Finanzas, sino que se queden en el BCE para fortalecer las reservas internacionales. Hasta el 8 de agosto del 2019, las reservas sumaron USD 3 511 millones, según datos de la página web del Central. Las utilidades generadas el año pasado ascendieron a USD 100 millones y fueron a la caja fiscal, señaló Artola y añadió que la idea es que el BCE sea capitalizado con esa misma cantidad cuando se apruebe la ley en la Asamblea.
Uno de los objetivos principales del Central es recuperar la liquidez que perdió la década pasada, cuando el Gobierno le dispuso que adquiera papeles de Finanzas y de la banca pública. En el acuerdo con el FMI, el Gobierno se comprometió a dejar de utilizar al Central para financiar las necesidades de liquidez de la caja fiscal y de la banca pública, pero además a recuperar el efectivo que hoy está en bonos del Estado o en acciones de la banca pública. Este año, asegura la gerente del Banco Central, se recuperarán USD 500 millones de las inversiones realizadas en el Ministerio de Finanzas y en la banca pública.