Darío Gutiérrez realiza una transacción con dinero electrónico en un local en la 9 de octubre y Chile, en Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
La banca privada presentará hoy cuatro propuestas para fortalecer la dolarización. Los representantes del sector acuden a la mesa sectorial sobre el sector financiero.
A la reunión también asistirán gremios de aseguradoras, cooperativas y representantes de las bolsas de valores. La cita será en Quito y es parte del diálogo productivo con el Ejecutivo que busca proponer una agenda de reformas para reactivar la economía.
La primera propuesta de la banca es poner un candado a la posibilidad de emisión de dinero electrónico sin el adecuado respaldo por parte del Banco Central del Ecuador (BCE) y que, según el sector, quedó abierta, tras la aprobación del Código Monetario, en el 2014.
En varias ocasiones el BCE ha descartado que el mecanismo abra la puerta a una emisión inorgánica. También ha explicado que el dinero electrónico es un medio de pago que permite hacer transacciones vía celular y previo el canje de dólares físicos que respaldan el monto en electrónico.
Aunque el Código Monetario establece que el dinero electrónico debe estar respaldado en activos líquidos del BCE, la banca considera que se debe reformar para que quede claramente establecido que el respaldo debe ser en “dólares físicos” y no solo en activos líquidos, ya que esto último puede incluir títulos de deuda.
La segunda propuesta será insistir en el traspaso, en el corto plazo, de la administración del dinero electrónico a la banca privada del país. El Código establece actualmente que el dinero electrónico está a cargo del BCE de forma exclusiva. Cualquier cambio requiere de una reforma legal a esta norma y a varias resoluciones de la Junta Monetaria. Para Julio José Prado, director de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), esos cambios permitirán generar confianza en la economía y en el sistema dolarizado.
La propuesta es que el Central no sea un operador del sistema sino que se quede con las funciones de regulación y control del sistema. Además, el sector propondrá la reducción del impuesto a la salida de divisas del 5 al 1% a partir del 2018, aunque sus representantes quieren dialogar.
El impuesto genera actualmente USD 1 000 millones al año, por lo que una reducción impactará en el Fisco. Pese a esto, la banca cree que los efectos del impuesto son más negativos que positivos, pues son un freno para el ingreso de inversiones. Para los representantes del sector financiero, una buena parte de la liquidez de la banca está represada en el Banco Central debido a una serie de regulaciones.
Prado propondrá derogar esas normativas. El cuarto punto es generar un fondo de cobertura de riesgo, fideicomisos y otros mecanismos que permitan cubrir el riesgo para dar créditos a ciertos sectores como el agrícola, pymes, de software y otros. Otras propuestas La Federación Ecuatoriana de Empresas de Seguros (Fedeseg) plantea promover el comercio y los medios de pago electrónicos.
Las aseguradoras podrían ofrecer de forma masiva productos como seguros de salud, de vida o accidentes, vía web o celular. Para lograrlo, se requiere una norma que simplifique los trámites. El Código Monetario y Financiero exige, por ejemplo, cumplir con un “procedimiento de riesgo de lavado de activos” y, para ello, el cliente debe presentar respaldos de su situación financiera, declaración de su patrimonio, certificados laborales y otros, incluso para primas mensuales de menos de USD 32.
Para Patricio Salas, secretario ejecutivo de la Fedeseg, estos requisitos se vuelven un obstáculo para incorporar a sectores de bajos ingresos. La propuesta permitirá al sector subir sus ventas y crecer del 1,7% al 2,2% del Producto Interno Bruto en cuatro años. Andrés Cordovez, gerente de Seguros Equinoccial, planteará la derogación del impuesto de la salida de divisas.
En cambio, el presidente de la Bolsa de Valores de Quito, Gilberto Pazmiño, propondrá que el Biess invierta hasta un 20% de sus fondos de ahorro en títulos valores de largo plazo del sector producto o en proyectos de obras públicas nacionales o seccionales a través del mercado bursátil.
El porcentaje se alcanzaría progresivamente en 5 años. Aunque el banco tiene un fondo de USD 18 000 millones, apenas 1,6% (unos USD 300 millones) está invertido en títulos del sector productivo. También se propone que un 20% de los fondos provisionales de empleados públicos que hoy administra el Biess y que suman cerca de USD 1 200 millones se destine a este fin. Todo esto permitirá, según Pazmiño, brindar financiamiento de largo plazo para el sector productivo y será un puntal para desarrollar el mercado de valores.