La industria manufacturera creció. En el área textil este año se reportan mejoras. Foto: Archivo EL COMERCIO
Todos los sectores de la economía presentaron un desempeño positivo durante el segundo trimestre frente a igual período del año pasado, excepto dos: construcción, que cayó un 7,9%; y petróleo, un 1,8%.
Se trata de dos actividades de peso para el país, pues juntas representan el 17% del Producto Interno Bruto (PIB). Pese a ello, la economía ecuatoriana creció 3,3% en ese período.
La gerenta del Banco Central del Ecuador (BCE), Verónica Artola, explicó que el resultado responde a que este año hay un mayor consumo de los hogares, debido a que la banca presenta una recuperación del nivel de los depósitos y, por ende, está otorgando más créditos, con lo que los ecuatorianos pueden gastar más.
La actividad de servicios financieros es una de las que mejor desempeño presentó.
Un análisis de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes) dice que el alza del consumo de los hogares refleja una leve recuperación del terreno perdido en el segundo trimestre del 2016, cuando el indicador se contrajo un 5,1%.
Según Cordes, este resultado se explica por el incremento del gasto público y advierte que cuando se contraiga, lo mismo pasará con el consumo de los hogares ecuatorianos.
Si se mide por el peso de las actividades en la economía, el área productiva que más creció fue la manufactura, que representa el 11,6% del PIB. Cerró con 3,6% de aumento en el segundo trimestre.
Aunque Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (Aite), reconoció que el 2017 ha sido mejor que el 2016 para las manufacturas nacionales, destacó que en lo corresponde al sector textil no hay un crecimiento importante. “Estamos comparándonos con un pésimo año. En 2016 tuvimos una caída del 6%”, manifestó.
Andrés Robalino, director ejecutivo de la Cámara de Industrias de Cuenca, comparte los planteado por Cordes.
Añadió que es preocupante el escenario actual de reducción del gasto público. “Nuestra economía depende del gasto público y eso es muy peligroso. Se necesita una política económica que reactive al sector real”, mencionó.
Para los constructores una medida que puede contribuir a un mayor dinamismo del PIB y una reactivación inmediata de su actividad es la pronta eliminación de la Ley de Plusvalía.
Artola dijo el viernes que en el Central no hay un estudio de la incidencia que ha tenido este marco normativo. Pero los representantes del sector privado insisten en que esta norma, en vigencia desde diciembre del 2016, es uno de los principales causantes de que las cifras de esta actividad económica en el 2017 sean negativas.
Una encuesta de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Vivienda (Apive) indica que la reserva de viviendas en el país cayó un 9% en junio y julio. Según Jaime Rumbea, vocero del gremio, el freno en el sector productivo, que impacta a otros como la industria y el comercio, solo podría terminar con la aplicación de medidas urgentes.
La eliminación de la Ley de Plusvalía es prioritaria, dijo Henry Yandún, del colectivo Construcción Positiva que agrupa a diferentes gremios de la construcción.
Yandún mencionó que, con base en cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el Colectivo estima que entre diciembre del 2014 y marzo del 2017 se han perdido alrededor de 83 000 empleos adecuados, producto de la situación de la construcción.
En cambio, el desempeño negativo del sector petrolero en el segundo trimestre de este año obedece a que la producción del país se redujo por la cuota impuesta por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Gustavo Pinto, ingeniero en Petróleo y docente de la Universidad Central, destacó que a pesar de la reducción de la cuota, el precio del barril ha mostrado una recuperación moderada que ha dejado más ingresos para el Fisco.
El ministro de Hidrocarburos, Carlos Pérez, dijo que el país analiza solicitar una licencia a la OPEP, sin salir del grupo, para aumentar la producción y generar ingresos que ayuden a cubrir el déficit fiscal.