Fernando Balda dijo que presentará una denuncia como acusador particular en contra del cura José Tuárez, por supuesto tráfico de influencias. Fotos: Archivo y Mario Faustos/ EL COMERCIO
La mañana de este viernes 6 de diciembre del 2019, el activista político Fernando Balda dijo que en enero del 2020 entregará a la Fiscalía evidencias que probarían la participación del cura José Carlos Tuárez en el presunto delito de asociación ilícita. También adelantó que se presentará como acusador particular.
Por este caso, el pasado 29 de noviembre se dictó una orden de prisión preventiva en contra de Tuárez y de otros 26 investigados por supuestamente tramitar altos cargos públicos. Para otros seis sospechosos se dispuso medidas cautelares.
La madrugada del jueves 28 de noviembre se realizó un operativo en seis provincias y se detuvo a 33 personas.
Balda convocó a una rueda de prensa en Guayaquil y explicó que en agosto del año 2018 tuvo acercamientos en Esmeraldas con personas cercanas a Eduardo C., quien presentó una denuncia en contra del expresidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs).
Aparentemente, a él le habrían pedido una suma de dinero a cambio de ubicarlo en la Dirección General de Aviación Civil (DGAC).
“Eduardo C. es un ciudadano que estuvo preso, implicado y sentenciado por un delito supuestamente de narcotráfico. Él acaba de salir de la cárcel y cuando yo lo conozco lo primero que me dice es que acaba de salir de un problema y que no quería meterse en otro”, puntualizó Balda.
Relató que tras ese acercamiento le dijo que necesitaba documentar la acusación y que no servía de nada un “simple relato”. “En ese momento el decidió cooperar con nosotros y empezar a colaborar para documentar esta oferta de tráfico de influencias”.
Balda contó que a Eduardo C. se le entregó un teléfono cuyo número fue compartido con Tuárez y con uno de sus asistentes. “Por eso tenemos registros de llamadas telefónicas, tenemos números que usaban Tuárez y otros para su operación delictiva. Se ganaron tanto la confianza con Eduardo que empezaron a enviarse mensajes de voz”.
Por ello, dijo, hay una ruta electrónica. “Hay una ruta de evidencias que no puede ser negada por ninguna autoridad y que solo necesita el debido peritaje, cotejamiento de voces, direcciones IP, para demostrar que toda la información fue obtenida dentro de un dispositivo que puede permitir la materialización de la evidencia”.
El activista político señaló que la investigación duró un mes y medio. “Durante ese lapso logramos determinar que quienes tenían contacto con Eduardo C., para la oferta de tráfico de influencia, eran José Carlos Tuárez y tres personas más, que no habíamos podido identificar su identidad”.
Este Diario contactó a la defensa de Tuárez, pero aseguró que por el momento no habrá declaraciones.