Niños compartieron momentos de alegría en el Hospital Baca Ortiz, en Quito, este 15 de febrero del 2019. Foto: Tomada de la cuenta de Twitter @hbacaortiz
Por el Día Internacional del Cáncer Infantil, que se conmemora este viernes 15 de febrero del 2018, y como parte del programa piloto ‘Terapias de la risa’, los clowns hospitalarios vuelven al Baca Ortiz.
La actividad la retoma la Fundación Cecilia Rivadeneira, que encabeza el Acuerdo Contra el Cáncer, en colaboración con el Ministerio de Salud Pública y la Corporación Humor y Vida.
El programa es el primer resultado de la Iniciativa Popular Normativa Acuerdo Contra el Cáncer, que recibió más de 159 000 firmas de respaldo y que fue integrado al Proyecto del Código Orgánico de Salud, que promueve la salud emocional como alternativa para la lucha contra la enfermedad.
En Quito, esta iniciativa se retoma después de 10 años en el Hospital Baca Ortiz, para llevar alegría a cientos de niños con cáncer. A la vez recuerda hitos históricos, como la primera visita a Ecuador del doctor Patch Adams, quien revolucionó la medicina al encontrar en la terapia de la risa una manera muy especial de tratar con los pacientes.
Según expertos médicos, el fomentar el amor y el humor al momento de atender a los pacientes permite calmar su dolor, recuperarse y enfrentar sin miedo enfermedades como el cáncer. Estas prácticas no solo se aplican en niños sino en cualquier paciente y en sus familias.
Para Wilson Merino, representante del Acuerdo Contra el Cáncer y de la Fundación Cecilia Rivadeneira, es imprescindible el trabajo colaborativo alcanzado entre el Ministerio de Salud y las organizaciones comprometidas con mejorar la calidad de vida de decenas de pacientes con cáncer.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el segmento infantil, los pacientes con cáncer representan entre un 0,5% y un 4,6% de la carga total de morbilidad por esta enfermedad.
Fortalecer el trabajo articulado de los actores relacionados con el cáncer y cambiar el paradigma de abordaje de esta patología deben ser los objetivos de la política pública de salud, considera Merino. “Hay que tomar conciencia sobre la importancia de articular esfuerzos para luchar contra el cáncer, que es una de las principales causas de muerte en niños y adolescentes en todo el mundo”.