Colombia extraditó ayer a Estados Unidos a un controvertido empresario, acusado de una millonaria estafa a miles de personas y de lavado de dólares del narcotráfico. David Murcia Guzmán, máximo dirigente de la firma DMG, fue entregado en medio de un fuerte dispositivo de seguridad por efectivos de la Policía Nacional de Colombia a agentes de la DEA que lo llevaron a Nueva York.
Para las autoridades de Estados Unidos, Murcia y sus socios movieron varios millones de dólares del narcotráfico en más de 18 cuentas bancarias en ese país. Murcia permaneció confinado en una cárcel de Colombia. En noviembre de 2008, había sido capturado en Panamá y deportado a Bogotá.
El controvertido empresario, cuya comercializadora DMG recaudaba dinero del público ofreciendo ganancias de hasta un 100% de la inversión (en las famosas pirámides), negó ante las autoridades colombianas los cargos de estafa y de lavado de activos del narcotráfico. Murcia, por intermedio de su abogado, dijo que prefería ser extraditado a Estados Unidos porque ante la justicia colombiana no tenía garantías. Bogotá. Reuters