Las nuevas paradas contarán con una cubierta transparente y además tendrán iluminación. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
Las malas condiciones climáticas y una demora en la importación de materiales serían las causas que retrasaron la entrega de las 26 paradas con visera que se encuentran ubicadas a lo largo de 12 kilómetros de la autopista General Rumiñahui, al oriente de Quito, así lo informó Vanessa Hidalgo, coordinadora de esa vía.
Las paradas debían estar listas el pasado 28 de febrero del 2018. Sin embargo, en las aceras solo se han colocado las estructuras metálicas (tubos) y las personas que esperan el transporte público deben continuar haciéndolo sin ninguna protección ante el sol o la lluvia.
Hidalgo explica que las lluvias no permitieron que se avancen los trabajos como se tenía previsto y adicionalmente indica que tuvieron un desfaz en la importación de policarbonato que es el material con el que se elaborarán las cubiertas.
Para Consuelo Vergara, quien vive en la parroquia de Conocoto y suele salir hasta la autopista para tomar el bus que la lleva hacia su trabajo, las viseras son elementos necesarios para la gente. “Ya vamos más de cuatro meses sin las paradas y cuando llueve no tenemos dónde resguardarnos y cuando hace sol tampoco hay una sombra”.
Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
Mirtha Padilla esperaba el transporte público en el puente 2 junto a su hijo y pidió que se coloquen las viseras lo más pronto posible. “Primero dejaron unos huecos en la vereda que eran un peligro y ahora estamos sentándonos en estos tubos porque no hay de otra”.
El desmontaje de las antiguas estructuras se realizó el pasado 1 de noviembre. Ha decir de Hidalgo esas paradas no habían recibido ningún tipo de mantenimiento por año y por ello era necesaria colocar nuevas estructuras que brinden mayor seguridad a la ciudadanía.
Las nuevas viseras contarán con una cubierta transparente y además tendrán iluminación.
Algunas de las estructuras metálicas que ya están colocadas ya presentan graffitis, por lo que Hidalgo solicita que la comunidad se apropie de los espacios y los cuide para evitar que las nuevas paradas se deterioren tan rápido.
La funcionaria indicó que estiman que para la segunda semana de marzo la ciudadanía ya pueda utilizar las nuevas paradas.