Redacción Judicial
Un delincuente se demora 30 segundos en abrir un vehículo y otros 30 segundos en prenderlo. Es decir, en un minuto pueden robar un auto, sin dejar rastro.
A esa conclusión llegó la Unidad de Automotores de la Policía Judicial de Pichincha (PJ), tras un análisis de videos captados por cámaras de seguridad públicas y privadas en las calles de Quito.
El mayor Pablo Velasco, jefe de esa Unidad, señala que los delincuentes no utilizan llaves para abrir las puertas de los carros. Tampoco rompen las ventanas o las puertas. Usan largas cuchillas. “Son las famosas ‘bellas’, que tienen dientecitos para quitar el seguro del cerrojo, que en su mayoría es muy sensible. Con el mismo instrumento prenden el carro y se lo llevan sin necesidad de la llave del vehículo”, sostiene.
Durante 2009, en el país fueron robados 6 018 automotores, de los cuales se recuperaron 3 422, según la Dirección Nacional de la Policía Judicial. Es decir, hubo un incremento: en 2008 fueron robados 5980 autos en Ecuador.
Pero además de ese aumento, la Policía concluyó que el 80% de los vehículos robados se encontraba estacionado en las calles, sin ningún elemento de seguridad mecánica adicional. De hecho, según la PJ de Pichincha, la mayoría de ese porcentaje corresponde a carros usados, fabricados entre 1990 y 2000. Esos vehículos son de marcas Chevrolet, Mazda y Toyota, en su mayoría.
Un hombre que prefirió el anonimato denunció esta semana en la PJ que perdió su vehículo, cerca de las 11:00. Lo dejó estacionado en las inmediaciones del Colegio San Gabriel, en el norte de la capital. Retornó en menos de 10 minutos y no encontró su camioneta Mazda de 1995.
“La gente piensa que porque son carros viejos los delincuentes no se los van a robar, pero no es así”, revela el mayor Velasco.
Los delincuentes prefieren esos vehículos para vender las piezas como repuestos para carros más nuevos, señala otro agente de la Unidad. “Es más fácil robar un carro usado de esos años para sacarle piezas, que importar repuestos”, agrega.
Una vez que los delincuentes roban el vehículo, se deshacen de él inmediatamente, porque hay compradores ingenuos, dice el agente. “Los vehículos son vendidos con papeles falsos, la matrícula, la placa y los contratos son falsos y esto se ve más en las ferias”. En Quito funcionan dos, en la Mitad del Mundo y en Guamaní.
Velasco habla de una cadena, en la que participan quienes roban, quienes adulteran documentos y quienes venden.
Para disminuir las estafas y recuperar autos robados, la Policía ofrece un servicio gratuito en las oficinas de la PJ, en días laborables, y en las ferias, los fines de semana: Se puede pedir que un agente especializado efectúe una inspección física; que revise los números del motor y del chasís, para comprobar que los datos de la matrícula coincidan con los que estás registrados en la PJ.
“Es decir, -señala el mayor Velasco- verificamos la originalidad de la matrícula y del motor. Lo que se busca es que el cliente compre un carro de procedencia legal o que no sea robado”.
Esta recomendación es clave para detener ese delito, porque si la gente no compra carros robados, los delincuentes tendrán dificultades en deshacerse de los vehículos, señala otro oficial de Inteligencia de la Unidad, que por seguridad no se revela su nombre. Él dice que los delincuentes que robaron el vehículo se deshacen inmediatamente de él porque hay compradores ingenuos.
Recomendaciones
Una de las recomendaciones de la Policía Judicial es que los dueños de los vehículos no los dejen estacionados en cualquier calle, sin medidas de seguridad mecánica.
Si lo dejan en la calle, que tomen medidas de precaución como colocar bastones de seguridad en el volante, sistema de alarma activado, candados en la palanca de cambio…
Además, que el dueño de un automotor lo deje en un patio de estacionamiento y con vigilancia privada.
Otra recomendación para disminuir la cadena de robos de vehículos es que en el momento de comprar un carro usado se verifique que la placa y matrícula sean originales.