Al hablar de la urgencia de ampliar la oferta de la educación superior pública, Augusto Barrera vuelve la mirada a 1999. Fue el año con más nacidos vivos. Esos chicos ya bordean los 18 años y buscan cupos.
El titular de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt) lo subraya. Reitera que deben ofrecerles más opciones. En su primer mes en el cargo ese tema ha concentrado su atención y la polémica generada en torno a Yachay.
Yachay no solo es un elefante blanco, como dicen sus detractores. ¿Es un elefante con dos cabezas: la universidad y la empresa pública?
Hay una dualidad, así como usted dice. Yachay Empresa Pública (EP) no está dirigida por la Senescyt sino por la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas. Eso tiene una racionalidad distinta a la universitaria. Me di cuenta de que en estos últimos meses hubo una enorme tensión entre la U. Yachay Tech y Yachay Empresa Pública.
¿La tensión se produce por sus críticas a ‘latisueldos’ de Yachay?
No. Ahora hemos transparentado esa situación. La colocamos en la mesa para tratarla y resolverla.
¿Cómo avanza esa universidad?
Estamos a medio camino. Para que el proyecto tenga continuidad hay que profundizar varios aspectos, ya que se decidió tener universidades emblemáticas, de excelencia, que concentran talento humano, que ‘rankeen’… Otra salida habría sido fortalecer a la Politécnica, Espol…
¿El sueño terminó?
No. Si bien hay la idea de fortalecer Ciudad Yachay, con un conjunto de elementos, el núcleo central es el proyecto universitario. Si se pierde la perspectiva se puede terminar haciendo una urbanización, un sembrío, la venta de servicios…
¿Qué se requiere?
Aulas y laboratorios para investigar, lo otro se puede hacer en cualquier lado. Una característica de una Ciudad del Conocimiento es la concentración de talento, no de burocracia. Yachay EP debe garantizar condiciones al proyecto educativo, que es la joya de la corona.
¿Qué le preocupa?
Hay condiciones institucionales mal planteadas; por ejemplo, la comisión gestora no se reúne desde abril. Hay decanos que no daban clases y han pasado el 70% del tiempo fuera del país, con salarios de USD 15 000 al mes.
La idea era tener ‘genios’ para enganchar recursos, más docentes y atención. ¿Funcionó?
Funciona si los genios dan clases, no si la única forma de que estén en Yachay es el rol de pagos. Vigilaré que no les falte nada a los alumnos.
En este y otros temas de educación superior, Ud. ha dicho que no niega los avances conseguidos 10 años atrás. Pero que es otro momento. ¿Pasan de superregulación a flexibilidad y diálogo?
Para entender eso hay que remitirse a los noventa y principios del 2000, caracterizados por una proliferación indiscriminada y sin control de la oferta privada. En la universidad pública hubo deterioro político e institucional. La Constitución del 2008 y la Ley de Educación Superior del 2010 enfrentó ese pasado. Si no se entiende eso parecería que había una manía de regular y reglamentar.
¿Qué momento es este?
Uno en el que vemos avances indiscutibles. Pero enfrentamos el desafío de la demanda por la transición demográfica; 1999 fue el año de más nacidos vivos en el país. Ellos ahora nos presionan por cupos.
¿Qué deben ofrecer?
Diversidad en función de perspectivas profesionales, hoy se requiere una formación flexible, carreras nuevas, innovación tecnológica. Unos quieren ser ingenieros o estudiar tres años una carrera tecnológica y trabajar…
¿Eso incidirá en la disminución del desempleo?
Trabajamos en diversificar las posibilidades de empleo, la formación técnica y tecnológica permite la inserción laboral. Ya no tenemos tantos recursos públicos y eso nos obliga a ser rigurosos al priorizar la inversión y definir el perfil del recurso humano que necesitamos.
¿Qué tanto se ampliará la oferta, como anunció?
En cuanto a las universidades, mi meta es que aumente la oferta en el 20%. En la Central y la Politécnica mejoraremos laboratorios y aulas. En institutos, doblarla en dos años (hay 15 000 cupos).
¿Dónde se podrá revisar toda la oferta?
Espero que, además de en la web, las familias de chicos que dieron el reciente Ser Bachiller puedan revisar en un cuadernillo impreso la oferta. Sabrán que existe Medicina en la Central, PUCE y Espoch. Eso mejorará la selección de la postulación.
El 19 de junio, el Rector de la UDLA, en un tuit, dijo que por fin desde el 2010 había podido hablar con alguien de la Senescyt. ¿Cómo será la relación con las ‘U’ privadas?
Es un mito que solo la universidad pública resuelve la demanda. Del 2012 acá, las cifras dicen que de cada cien universitarios, 58 están en la pública y 42, en la privada. Antes era 36 y 63.
¿Cuál es el mensaje tras el acuerdo con la Andina?
No actuaremos con racionalidad partidaria. Acordamos el cumplimiento de la ley. Tenían recursos fuera y hay un plan de repatriación, si había ámbitos no controlados, entrarán al E-sigef como todo recurso público. Creo en la autonomía responsable, reglas claras.
Hoja de vida
Fue alcalde de Quito. Es doctor en medicina, pero se ha dedicado a la política pública. Tiene un doctorado en Sociología, Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid. Máster en Estudios contemporáneos de A. Latina. Coordinó el Centro de Política Pública de la Flacso.
Su pensamiento
Cree en la autonomía responsable y en la libertad de cátedra. “Para que un ser sea autónomo debe tener capacidad de moverse, por lo que las reglas deben ser claras y estables”.