El Ministro de Telecomunicaciones prevé que la firma de un contrato sea en dos semanas. Foto: El Comercio
Las telefónicas privadas, Claro y Movistar llegaron a un acuerdo con el Gobierno para la concesión del espectro de la red 4G, aseguro a este Diario el ministro de Telecomunicaciones, Augusto Espín, en una entrevista telefónica.
Espín señaló que las negociaciones con las empresas concluyeron y ahora “es un tema de proceso. Todas las condiciones están acordadas al 100%”.
Para finiquitar este contrato se debe seguir una serie de trámites administrativos que se demorarían unas dos semanas, según el Ministro.
Sobre el precio y las condiciones, Espín señaló que se reserva la información hasta concluir definitivamente el proceso.
“Esencialmente hace falta llevar al Conatel (Consejo Nacional de Telecomunicaciones) las condiciones negociadas, tener el debate y aprobar las condiciones para que luego se firme el contrato”.
El Conatel facultó a la Secretaría Nacional de Telecomunicaciones (Senatel) para que realice las negociaciones y se realizaron un sinnúmero de reuniones entre el Gobierno y las operadoras para llegar a un acuerdo definitivo.
“Se realizaron reuniones en todo nivel: políticas, técnicas; no han sido reuniones esporádicas sino un trabajo continuo desde que se dio esta disposición a la Senatel”.
Las bandas que se negociaron son porciones en AWS
(1 700 a 1 800) y también 1 900. Estas bandas forman parte del espectro radioeléctrico, es decir, de un conjunto de ondas que viajan por el aire. Son una especie de grandes autopistas para las telecomunicaciones, las cuales hacen posible la transmisión de imágenes, sonido y de datos.
Espín sostuvo que el tema más difícil para llegar a un acuerdo fue el precio, pero prefirió no dar detalles.
Según un informe de GSMA, una asociación de operadoras móviles del mundo, las operadoras privadas en Ecuador deberán invertir unos USD 1 157 millones en infraestructura y en el pago de la concesión para el despliegue de la red 4G.
Aunque todavía no hay una fecha prevista, Roberto Aspiazu, presidente de la Asociación de Empresas de Telecomunicaciones (Asetel), aseguró que luego de que el ministro Espín y el presidente Rafael Correa llegaron de su viaje a China, las conversaciones avanzaron.
El escenario es positivo, dice Aspiazu, debido a que la aprobación de la nueva Ley de Telecomunicaciones está casi lista, lo que permite un escenario más estable, sin embargo, no hace falta que el articulado esté en el Registro Oficial para que se pueda llegar a un acuerdo.
Asimismo, uno de los temas que se está negociando es la ampliación de los cupos de importación para los teléfonos celulares, ya que los usuarios necesitarán nuevos equipos para poder operar en esta red.
Sebastián Cabello, presidente de GSMA Latinoamérica, sostiene que uno de los aspectos para que las negociaciones se hayan demorado fue “el cambio ministerial”.
Y añade que las negociaciones no deberían ser oscuras, sino transparentes. “Cuando el Gobierno trata de maximizar la recaudación (en las negociaciones) es peligroso porque aplazan el despliegue de la red”, sostiene.
Sobre este tema, las compañías telefónicas no se han pronunciado. La operadora Movistar se limitó a decir que espera llegar a suscribir un contrato lo más pronto posible.
En abril del año pasado, Jaime Guerrero, exministro de Telecomunicaciones, aseguró que oficialmente las negociaciones con las telefónicas iniciaron.
“Lo que se pide es un precio justo por el espectro, que es un recurso natural que pertenece a todos los ecuatorianos; de este recurso sacan bastante partido, sacan utilidades importantes y el Estado ecuatoriano hará prevalecer su condición de Estado soberano sobre este recurso natural”, dijo Guerrero.
El exfuncionario sostuvo que son “negociaciones sensibles”, debido a la situación actual del mercado de telefonía, “la situación política”, entre otros aspectos; pero que trabajan para que las conversaciones concluyan con éxito.
En el 2008, el Estado recaudó USD 700 millones por la renovación de los contratos con Movistar y Claro para ofrecer Servicio Móvil Avanzado (SMA) en el país.
Debido al despliegue de infraestructura y firma de concesiones las compañías telefónicas privadas han realizado grandes inversiones.
Por ejemplo, Conecel, propiedad de la mexicana América Móvil, que operaba en principio con la marca Porta y ahora con Claro, ha invertido más de USD 8 000 millones desde el 2000 hasta el año pasado, entre derechos de concesión, uso de espectro, impuestos directos, impuestos indirectos, entre otras inversiones.
Asimismo, Otecel, propiedad de Telefónica y que está en el mercado con la marca Movistar, ha invertido USD
1 708 millones entre el 2004 y el 2014. Ese monto incluye el pago inicial hecho por los accionistas de Telefónica para adquirir las operaciones en Ecuador a BellSouth, en el año 2004.
Según la Superintendencia de Telecomunicaciones, hasta noviembre del año pasado el país contaba con 7 492 usuarios en 4G, todos de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT), la única empresa que ofrece este servicio. La empresa pública comenzó la comercialización de este servicio en noviembre de 2013.