Cristóbal Serrano D.
Se comenta que dentro del ‘veto parcial’ del Ejecutivo a la Ley de Empresas Públicas está la eliminación de las ‘auditorías de gestión’, debido a que son empresas sin fines de lucro.
Tal apreciación me parece errada por lo siguiente: si alguna cualidad debe tener una empresa pública es la del buen manejo, tanto de la parte técnica, cuanto de la parte administrativo-financiera.
Cierto es que no es empresa de lucro, sin embargo, por el mismo hecho de servir a la nación, debe ser tan eficiente como la mejor de aquellas.
Son incontables los casos de empresas con activos en deterioro, presupuestos mal realizados, planes de trabajo incumplidos, caos laboral, por lo que sería de gran utilidad, en vista de que no presentan balances anuales a la nación, contar al menos con auditorías de gestión que hagan públicos anualmente sus informes y que orienten a los responsables ministeriales a realizar cambios oportunos o a ponderar la gestión auditada.
La auditoría debe, eso sí, ser independiente. Convendría contratar auditoras que, sin pelos en la lengua, develen al país y a su Gobierno el estado de las empresas públicas.