El uso inadecuado de los audífonos puede provocar problemas como la otitis externa. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Durante el confinamiento por covid-19, adultos y chicos han realizado más actividades por medio de dispositivos electrónicos, como computadoras y teléfonos. Los primeros están en teletrabajo y, desde el martes 1 de septiembre del 2020, un grupo de niños y adolescentes comenzaron las clases virtuales, en régimen Sierra–Amazonía. Ante esta realidad, especialistas advierten que todos deben cuidar más de su salud, en especial, la auditiva por el uso constante de audífonos o ‘headphones’.
¿Hay un volumen ideal?
Efraín López, otorrinolaringólogo, señaló que lo primordial es revisar el volumen al que está expuesto el adulto, adolescente o niño, ya que si es muy alto podrían tener problemas a futuro, como la pérdida gradual e irreversible de la audición. “No hay un volumen ideal porque cada dispositivo es diferente; sin embargo, deben regularlo para evitar complicaciones”.
Otro de los problemas que puede presentarse por el uso de estos dispositivos es la otitis externa. Es una infección aguda de la piel del conducto causada por bacterias, que provoca dolor en el oído o cabeza.
¿Qué cuidados tener?
Según López, los problemas se previenen con la limpieza diaria de estos aparatos. Para ello puede usar un paño húmedo o alcohol. “Los auriculares deben ser personales, es decir, uno para cada miembro de la familia; no se aconseja compartir estos aparatos”.
Cada año, las familias deben acudir a un especialista para un examen auditivo. “En esta época no hay que alarmarse por el uso constante de estos aparatos; simplemente hay que seguir las recomendaciones señaladas, con el objetivo de evitar daños en el oído”.
¿Qué pasa con los niños y adolescentes?
En niños y adolescentes es fundamental una higiene correcta de estos órganos, sostiene el pediatra Patricio Quiroga, quien labora en el Hospital Metropolitano de Quito. Para ello es necesario contar con un hisopo o cotonete. Este no debe introducirse de forma brusca ni profunda, ya que puede provocar taponamientos o lesiones. “Los niños menores de 5 años no deben usar hisopos porque pueden empujar la cera dentro del oído; es mejor limpiar el conducto con la punta de una toalla”.
Los menores de edad también requieren una audiometría o estudio anual, con el objetivo de identificar problemas, como los taponamientos o deficiencias. Si se detecta a tiempo se da un tratamiento oportuno o se agenda una limpieza.
Él coincide en que se debe regular el volumen durante las clases virtuales o cuando escucha música. “Si los niveles son muy altos puede provocar un trauma acústico (un daño provocado por un sonido fuerte e intenso)”.