Redacción Espectáculo
El jueves pasado, Luciano Scaglione (LS) y Leonardo de Cecco (LD), bajista y baterista de la agrupación argentina Attaque 77, durmieron poco. Ambos llegaron a Quito en la madrugada, mientras que Mariano Martínez, guitarra y voz, aún estaba en ruta, ya que decidió hacer el viaje por tierra.
Desde 1987 en escenarios; ahora, quienes los escuchan, nacieron con sus primeros temas…
LD: Se nota el recambio constante de público, sentimos que la gente disfruta igual o más de nuestra música.
LS: En muchos casos es gente que creció y sigue escuchándonos con sus hijos; hay familias enteras en un concierto. Por otro lado, lo mejor es que los jóvenes se siguen interesando.
¿Cómo crecieron la banda y su música?
LD: Los primeros discos los grabamos en la adolescencia y ahora estamos llegando a los 40 años, hay un cambio notorio en cuanto a vivencias.
LS: La diferencia es amplia, pero la base de la guitarra distorsionada , los temas veloces y la intensidad del punk permanecen intactos. Mientras crecimos adquirimos una apertura musical. Todo de lo que aprendimos lo pusimos en Attaque, para que no sea una cuestión monótona. Nuestros primeros temas eran bien ‘ramoneros’, luego escuchamos diferentes estilos, a partir de los noventa empezamos con otros géneros. Las letras han sido sociales, de cosas que le pasan al ser humano…
Y políticas también…
LS: Somos muy pesimistas con respecto a la política, no creemos que podamos llegar a un cambio; pero uno no puede bajar los brazos, hay que contar a las generaciones que vienen para que activen la memoria y no vuelva a suceder todo lo que hemos vivido.
¿Cómo componer un buen tema?
LD: Con una buena dosis de sensibilidad, alguna vivencia o experimentación, fuerte escritura y una música muy ‘cañera’. Para las versiones de ‘Otras canciones’, ¿cómo escogieron los temas y los artistas?
LD: Nos pareció una buena idea, en actitud punk, ‘patear el tablero’, trabajar temas que la gente no se imaginaba que iban a salir: la cumbia. No me arrepiento de este amor, en punk; Dame, dame, dame, de los ABBA como un hardcore furioso; o Callejero, de Alberto Cortés, en versión reggae. Nos divertimos y jugamos.
¿El punk tiene posibilidades en Sudamérica?
LD: Son infinitas, hay un montón de bandas en toda la región.
LS: Al punk hay que separarlo en lo meramente musical y en lo ideológico, que es difícil aplicar en 2000, cuando la tendencia explotó en los setenta, el mundo ha cambiado mucho. Lo que rescato es el ‘hazlo tu mismo’, nosotros generamos nuestra carrera a escala independiente, y también el ‘no importa los que digan’, hay que hacer lo que tu corazón y tu deseo te indica, ser honestos.
Como los Ramones en su música, ustedes influencian a nuevas bandas…
LD: Es un honor que haya bandas que nos tributen, nunca lo habíamos pensado. Allí, nos damos cuenta de la importancia de Attaque77 para la gente.
LS: Por otro lado, también, denotan el paso de los años.
¿Cuánto y cómo cambio el espíritu de la banda, con la salida de miembros?
LD: No es que hubo mucho movimiento, con Ciro Pertusi estuvimos desde 1992. Ahora como trío estamos contentos y entusiasmados con el proyecto de seguir llevando música otros lados.
¿Por qué se fue Ciro?
LD: Ya no se sentía cómodo tocando en Attaque 77. El nos comunicó, nosotros respetamos su decisión y dejamos que se vaya.
Desde ‘Dulce navidad’ hasta ‘Karmageddon’, ¿existe algún disco en especial?
LS: Me quedo con varios. Los primeros, cuando todo sonaba más crudo, generan nostalgia. Con ‘Amén’, en 1995, comenzó toda esta intensidad, empezamos a manejarnos mejor en estudios. ‘Un día perfecto’ se grabó en EE.UU. y ‘Radio Insomnio’, en Madrid; fueron lindos momentos. Después de la ida de Ciro hay una explosión y un renacimiento.
¿Hacia dónde apuntan?
LS: Creo que Attaque 77 es lo que es: un grupo de punk con un montón de influencias; podemos mejorar en el sonido, pero seguimos siendo lo mismo. Ahora acabamos de mezclar nuestro nuevo trabajo, ‘Estallar’, que saldrá en Argentina en octubre.