En el recinto San Gabriel de Daule (Guayas), la Prefectura trabaja en canales. Los agricultores piden un nuevo puente. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Lluvias por debajo de lo normal para la Costa, dentro del promedio para la Sierra y con un ligero excedente en la Amazonía, es el pronóstico que maneja la Secretaría de Gestión de Riesgos. Los institutos climáticos advierten ese panorama, al menos durante enero.
“En cierta manera eso nos tranquiliza. Pero en algunas zonas de la Costa podríamos tener sequías”, explica Ricardo Peñaherrera, subsecretario general de Gestión de Riesgos.
Las zonas costeras de Santa Elena, Manabí y Esmeraldas concentran focos de calor en los mapas de monitoreo. Son áreas donde las temperaturas han pasado los 35°C. Históricamente, febrero y marzo concentran las mayores precipitaciones; así que mientras enero da tregua los planes de prevención se aceleran.
Peñaherrera explica que han recomendado a los municipios y prefecturas trabajar en la limpieza de cauces de agua, ríos y quebradas. “Ese es el principal problema, en especial en las zonas urbanas”.
La estación lluviosa del 2016 y 2017 dejó 90 474 afectados. La Costa concentró el 76% (ver tabulado y gráfico).
En marzo, el barrio Las Piñas del cantón Milagro (Guayas), se convirtió en una laguna. “Algunos vecinos salieron en botes y hasta un niño murió ahogado a pocas cuadras”, recuerda Carmen Morán mientras mira a sus nietos jugar junto a un canal, lleno de maleza.
14 sectores de Milagro se anegaron en el 2017 y el cantón fue declarado en emergencia. 10 meses después, a puertas de una nueva etapa invernal, el Municipio acelera las tareas de retiro de sedimento del río Milagro y del canal Los Chirijos, que recorren áreas urbanas.
Paola Valle, directora de Gestión de Riesgos, calcula que cada año invierten cerca de USD 100 000 en la limpieza de canales. La solución definitiva es un sistema de control de inundaciones, que ha sido delineado por la Secretaría Nacional del Agua y valorado en USD 200 millones. “Estamos dialogando con el Gobierno para lograr su ejecución”.
Las inundaciones no son el único problema del invierno. El año pasado, la Secretaría de Riesgos reportó 2 090 eventos adversos en el país, como deslaves, hundimientos, vendavales… El 28% ocurrió en El Oro, Guayas y Manabí.
Esta última provincia encabezó la lista de enfermedades por picaduras de insectos: dengue, zika, chikungunya y casos de leishmaniasis.
“Intensificamos las charlas preventivas y el control de la presencia del zancudo en Portoviejo, Jipijapa, Manta y Chone, cantones con barrios periféricos que aún carecen de servicios básicos”, indica Melva Morales, directora zonal de Vigilancia de la Salud.
En El Oro, en cambio, los derrumbes afectaron las vías. El colapso más severo fue en la carretera Saracay-Piñas, donde una cascada arrancó un tramo de al menos 30 metros.
La obra de remediación estuvo a cargo del Ministerio de Obras Públicas y por ahora tiene un avance del 90%, indica el alcalde de Piñas, Jaime Granda. “Hace falta más trabajo preventivo. Si bien son daños de la naturaleza, es necesario limpiar aguas arriba”.
El prefecto Esteban Quirola reclama por la falta de mantenimiento. “El Gobierno tiene que invertir más de USD 200 millones en la red vial de El Oro, pero solo están presupuestados USD 23 millones”.
La Prefectura de El Oro presupuestó USD 14 millones para el mantenimiento de las vías a su cargo. Y tiene maquinaria en los sitios vulnerables para habilitar el paso en 12 horas.
Las vías en mal estado y las inundaciones afectaron 2 890 hectáreas de cultivos.
En Daule (Guayas), los agricultores del recinto San Gabriel temen que río Magro se lleve el puente provisional, puesto en el 2009. Ese paso lleva a 15 recintos, con cerca de 10 000 hectáreas de arroz.
Marcelino y César Ruiz tienen una cuadra junto al viejo viaducto que se retuerce. Como las lluvias aún no empiezan, se arriesgaron a sembrar, a un costo de USD 1 000. “Las pérdidas son grandes con las lluvias, pero hay que trabajar”.
Entre 2016 y 2017, la Prefectura del Guayas invirtió USD 25 millones en carreteras y caminos vecinales. En agosto abrió la licitación para el puente de San Gabriel, con un monto referencial de USD 3,7 millones.
El lunes, un equipo realizaba estudios de suelo para su construcción, pero los Ruiz dudan que la obra empiece, con el invierno tan cerca. La Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo demostró que USD 1 destinado a prevenir ahorra USD 9 en respuesta.