La familia asegura que la joven se golpeó con la madera de la plataforma de atracción. Foto: cortesía
La muerte de una joven, de 22 años, al caer de un columpio gigante en El Mirador de Mera, en Pastaza, trajo al debate las seguridades que deben ofrecer este tipo de atractivos turísticos.
El accidente ocurrió en un paradero turístico de la parroquia Shell de Pastaza, en la Amazonía, el sábado 12 de septiembre del 2020.
EL COMERCIO buscó un pronunciamiento oficial de las autoridades de Shell y Pastaza, durante este lunes 14 de septiembre del 2020, pero no hubo respuesta.
Luis Núñez, propietario de Vida Travel Puyo -una operadora turística local- indicó que la inspección de las actividades recreativas y de aventura es nula en la provincia de Pastaza. “En la provincia no hay una institución que regule y verifique las medidas de seguridad”, aseguró.
En Baños de Agua Santa, ubicado en la provincia de Tungurahua, se informó sobre una nueva inspección técnica de los equipos y la infraestructura donde se practican actividades como el canyoning, puenting, canopy, tarabita o el puente tibetano. Esto a propósito del accidente del fin de semana.
En esta urbe están autorizadas 46 de las 90 operadoras turísticas que funcionan en el cantón para ofertar este tipo de servicios. Cada año, un comité de seguridad integrado por los técnicos del Municipio, los operadores, Policía Nacional y bomberos realiza los operativos de verificación de esos establecimientos, con base a una normativa que regula estas disciplinas.
Cristian Varela, director de Turismo del Municipio de Baños, explicó que los integrantes del comité revisan las instalaciones en los sitios donde se ofrece el canopy, las tarabitas, rafting, puenting, canyoning y otros atractivos.
Varela contó que ahí se examina el estado de los equipos y si es que cuentan con la certificación internacional de homologación. También se acreditan a los guías y se extienden los permisos anuales de funcionamiento.
Iván Fiallos, gerente de Río Blanco Mega Park Adventure, mencionó que en estos días además se aplican nuevas medidas de bioseguridad como medición de la temperatura, se verifica el uso de la mascarilla y el distanciamiento social.
“Les pasamos unos videos y explicamos sobre las medidas de seguridad y si el turista decide firma un documento de no responsabilidad. La empresa asume cuando hay falla de las cuerdas o arnés, pero el control es constante a los equipos y a la infraestructura para evitar accidentes”, indicó Fiallos.
Mencionó que las personas que laboran son guías capacitados que siguieron cursos a escala internacional. También los instrumentos tienen certificaciones internacionales que son revisados por el comité técnico.
“Los usuarios deben exigir y mirar los certificados de seguridad emitidos por municipios y Cuerpo de Bomberos”, dijo Juan Carlos Acosta, administrador turístico especializado en deportes de aventura de Riobamba.
Aseguró que la falta de controles y la improvisación de este tipo de atracciones perjudican al sector. “Cada vez que ocurre un accidente como el del fin de semana, las empresas que sí tomamos todas las precauciones resultamos seriamente afectadas”.