La geriatra Angélica Lema atiende a María Robles, en consulta externa en el HCAM. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Miguel García tiene 88 años y hace una década su salud empezó a deteriorarse. Desde entonces utiliza la red médica del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Antes no enfrentó problemas graves que lo obligaran a acudir a un hospital, comenta su nieto Andrés Cisneros.
Miguel sufre pérdida de la memoria porque padece de una demencia vascular causada por complicaciones en los vasos sanguíneos, que conducen sangre al cerebro. Por ello siempre acude acompañado cada dos o tres meses a sus controles médicos en el Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM), del IESS.
En este centro, en el 2018, el 29,53% de las atenciones se concentró en la población adulta mayor. El 22,29% de los pacientes tenía más de 65 años, según sus estadísticas.
Andrés dice que ese no es el único problema de salud de su abuelo. Recuerda que fumó por años y ahora la consecuencia es una Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, conocida como EPOC.
Ese mal es uno de los más frecuentes en los adultos mayores que se atienden en ese hospital del IESS. En lo que va del año se han presentado 450 casos. Mientras que en el 2018, se registraron 1 523 (ver gráfico).
En este 2019, otro trastorno frecuente en este grupo etario (65 años en adelante) es la enfermedad renal crónica. En esta casa de salud ya se han sumado 958 casos.
También son recurrentes los casos de tumores en la próstata, van 640 pacientes con esta dolencia. Le sigue la diabetes mellitus, con 628.
Ana Lucía Martínez es jefa de la Unidad de Endocrinología del Carlos Andrade Marín. Menciona que la diabetes es una patología común, que ocupa el 60% de la consulta en esa especialidad. En adultos mayores puede haber complicaciones como infartos o parálisis de músculos si no existe tratamiento oportuno.
Para Angélica Lema, geriatra de esa casa de salud, las enfermedades debido al envejecimiento se empiezan a manifestar a partir de los 50 o 60 años. Los órganos principales como corazón, riñones y pulmones son los más afectados.
La especialista recalca que un estilo de vida saludable, que incluye buena alimentación y actividad física, es esencial para evitar problemas de salud a futuro. El cuidado debiera empezar desde la niñez.
Según la Organización Mundial de la Salud, las afecciones más comunes relacionadas con el envejecimiento son pérdida de audición, cataratas, dolores de espalda y cuello y osteoartritis, neumopatías obstructivas crónicas, diabetes, depresión y demencia.
Además, a medida que se envejece aumenta la probabilidad de experimentar varias afecciones al mismo tiempo.
Por eso en la edad adulta -recalca Lema- es indispensable someterse a controles médicos periódicos que permitan detectar a tiempo fallas o malestar en órganos y sistemas.
Uno de los temas por los que el adulto mayor acude a la consulta del HCAM con frecuencia se refiere a la dieta que debe seguir. En este año se registran 482 personas que han pasado por ese servicio en busca de indicaciones de alimentación.
Por lo general son pacientes que tienen tratamientos debido a su hipertensión o deficiencia de vitaminas y por ello requieren dietas especiales y suplementos.
Miguel García, el paciente de 88 años, tenía una vida activa. Fue aficionado al voleibol. Por años se desempeñó como docente de matemáticas en colegios de la ciudad y eso le llevó a tener actividad constante. Pero las visitas al médico nunca fueron una de sus prioridades.
El consumo de tabaco y una alimentación no saludable generaron los malestares que hoy enfrenta. Además del problema pulmonar tiene una enfermedad coronaria e hipertensión.
Para su nieto Andrés, el contar con el seguro es una gran ventaja, pues el costo de los tratamientos, consultas médicas, exámenes y medicina implicarían un gasto muy elevado en el ámbito privado.
Así también lo cree Miryam Collantes. Su madre, Florinda Balarezo, de 90 años, acude a ese hospital cada dos meses.
Mientras esperaban su turno en la consulta médica, el pasado lunes, Miryam comentó que hace dos años la salud de su madre empeoró luego de sufrir un ‘shock’ séptico, infección generalizada que afecta a varios órganos.
Desde entonces ha tenido que ser operada en varias ocasiones, además ha sido hospitalizada, por ello incluso ha pasado por cuidados intensivos.
María (nombre protegido) tiene 89 años. Su hija cuenta que disfrutó de las fiestas de Navidad y fin de año en el 2018, incluso nadó. Pero al regresar del viaje familiar, en la Costa, empezó a sentir fiebre, escalofríos y problemas estomacales. El diagnóstico fue sepsis, infección que afectó a sus órganos y a su cerebro. Ha perdido la memoria. El pasado martes 5 de febrero de 2019 recibió el alta, para volver a casa.
Las afecciones del adulto mayor son el resultado de malos hábitos en la juventud y adultez, coinciden las especialistas. En total, el HCAM ha atendido a 11 969 adultos mayores en lo que va del 2019.