Lima, AFP
Al menos dos personas murieron y dos se encuentran desaparecidas en un ataque de desconocidos a un campamento de la minera Río Blanco que fue incendiado en el norte de Perú, cerca de la frontera con Ecuador, informó este lunes el gerente de la empresa, Jian Wu.
“Hay dos agentes de seguridad muertos en el ataque cometido por un grupo de 15 a 20 personas no identificadas y con armas de fuego que incendiarion el campamento ” , dijo Wu.
La incursión de los desconocidos, que Wu calificó de “ sicarios ” , se produjo en la madrugada del domingo en una zona lejana del distrito de Carmen de la Frontera, colindante con Ecuador, departamento de Piura, a unos 1.100 km al norte de Lima.
Inicialmente había siete personas desaparecidas, pero con el paso de las horas varios de ellos, que habían escapado, fueron apareciendo. “ Actualmente tenemos dos desaparecidos ” , dijo el gerente al Canal N de noticias.
El ministro del Interior, Octavio Salazar, había informado previamente de un muerto y tres desaparecidos, pero luego corroboró la versión del gerente de Río Blanco, empresa subsidiaria en Perú de la británica Monterrico Metals, que es propietaria de ocho concesiones mineras en Piura.
Wu descartó que los atacantes puedan ser pobladores de comunidades campesinas que habitan en las inmediaciones señalando que no hay problemas con ellas.
“Descartamos une reacción comunitaria, mantenemos buenas relaciones con los pobladores de la zona; para mí queda descartada la posibilidad de que los campesinos de la zona sean los atacantes ” , remarcó el gerente.
El ministro del Interior, por su parte, tuvo una opinión distinta al subrayar que los hechos se produjeron en una zona donde “ hay algunos problemas en relación con las empresas mineras ” .
“Algunos comuneros están en desacuerdo con el funcionamiento de la minera, algo debe haber ” , declaró a periodistas.
El funcionario de la minera admitió que la zona donde se ubica el campamento es “ bastante complicada ” por estar en zona de frontera.
“No sabemos de dónde ha venido este grupo de sicarios; no es sino un acto cobarde de terror y violencia ” , precisó a la vez que anotó que no le extrañaría que el ataque tenga “ intención de ahuyentar a las inversiones y provocar la desestabilización política de la zona ” .
En el campamento, que resultó incendiado en gran parte, había 20 trabajadores que realizaban mediciones del ambiente y trabajos de rehabilitación luego que las labores de exploración minera concluyeron a finales de 2006, detalló el gerente.