Así estuvo la playa de Atacames el 2 de enero, durante el feriado de Año Nuevo. Llegaron pocos turistas. Foto: Héctor Tufiño
La Cámara de Turismo de Atacames considera que la mayor afectación al sector turístico se registró durante el feriado de Navidad y de fin de año con la prohibición del acceso a la playa como medida de preventiva ante los casos de covid-19.
Según los datos de la Dirección Zonal de Turismo de la Zona 1, Esmeraldas registra pérdidas por encima de los USD 2 millones.
En la provincia, solo en el feriado de fin de año del 2019 registró un promedio de visitas de entre 50 000 y 60 000 turistas, que movieron USD 2 millones. De esa cantidad de visitantes, 40 000 llegaron a los balnearios de Atacames y dejaron USD 1,5 millones; el resto de ingresos fue a los balnearios de Muisne, Mompiche y Las Peñas.
Los empresarios turísticos, agrupados en la Cámara de Turismo de Atacames, aseguran que las pérdidas pudieron ser mayores si no se reabrían sus hoteles en agosto tras la autorización del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional.
Solo en Atacames, donde se registran 300 hoteles, el promedio de ingresos económicos en el 2019 fue de USD 10 000 por cada hotel, explican los empresarios.
La Cámara Provincial de Turismo de Esmeraldas y su par de Atacames concluyeron que las pérdidas del sector turístico, entre marzo y diciembre del 2020, superan los USD 4 millones, de los cuales, 3 millones se perdieron en Atacames.
El presidente de la Cámara provincial, Víctor Orellana, explica que las proyecciones se hicieron según el promedio de gastos que hizo cada turista (USD 40 diarios) que llegó en diciembre del 2019.
Jackson Bone, uno de los vendedores de cebiches en el malecón de Atacames, cuenta que entre el 28 y 31 de diciembre de 2019 tuvo ventas de USD 4 500, mientras que el 1 de enero del 2020 vendió USD 1 000, porque había buena concurrencia de turistas.
Bone pensó que eso mismo ocurriría en diciembre del 2020 y enero de 2021, pero no fue así. Las playas se cerraron y los turistas no llegaron.
Como alternativa, Jackson Bone implementa en su cebichería la venta de papas fritas con pollo y maduros asados, para poder vender algo a las pocas personas que acuden los fines de semana.
Algo similar realiza Guido Anchico, dueño de un bar en el malecón de Atacames, quien antes de la pandemia vendió entre el 29 y 31 de diciembre de 2019 hasta USD 350 diarios, pero ahora no lo pudo hacer.
Por estos días, la playa de Atacames está casi vacía y alrededor se observan unas pocas personas que acuden a bañarse o a pasar un rato bajo los parasoles. Ese mismo ambiente se observa en Tonsupa, donde algunos negocios como tiendas de alimentos han cerrado.
El presidente de la Cámara de Turismo de Atacames, Eddy Gómez, asegura que el golpe económico ha sido fuerte para el sector turístico, que no ve cómo reactivarse por la situación de la pandemia en el país.
Para los hoteleros, el feriado de Carnaval es incierto por el aumento de los casos en las provincias de la Sierra, como Pichincha, de donde es la mayoría de los visitantes de Atacames.
“Los 130 hoteles habilitados vivimos de los hospedajes y si no hay turistas no ganamos. Caso similar ocurre con quienes venden alimentos, ropa de playa, artesanías y quienes ofrecen recorridos en lancha”, señala e Gómez.