Un convenio de cooperación se firmó entre la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) y el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Foto de la cuenta Twitter IESS Pichincha
@PichinchaIess
Los sacerdotes ya tienen la autorización para ofrecer un acompañamiento espiritual a los pacientes de los hospitales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), si así fuera su deseo. Aquello es posible tras un convenio de cooperación que se firmó el jueves 11 de febrero del 2021 entre esta institución y la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE).
También se incluye el apoyo emocional a los familiares de los enfermos y al personal de la casa de salud, apuntó monseñor Luis Cabrera, presidente de la CEE y arzobispo de Guayaquil. El prelado agregó que “antes sí teníamos presencia en estos centros hospitalarios, pero no era oficial y había algunos inconvenientes para el ingreso”.
Durante la firma, Patricio Camino, subdirector general del IESS, manifestó que “con este tipo de convenios el IESS afianza muchos lazos que están basados en principios básicos de respeto. Este es un gran aporte a los ecuatorianos que están en nuestras casas de salud y también a sus familiares”.
Incluso agradeció a la CEE por la ayuda, pues con ello permite “que nuestros servicios, además de técnicos, sean sustentables desde el lado espiritual y humano. Gracias por el compromiso con la salud y con la sociedad”.
Monseñor Cabrera precisó que la asistencia espiritual a los pacientes internados consistirá en ofrecer los sacramentos de la unción de los enfermos y penitencia (o confesión), más la comunión.
Antes se coordinará con las autoridades de las casas de salud para establecer cuáles serían los mejores horarios para ingresar sin entorpecer las actividades del servicio médico. Será un trabajo gratuito y libre; es decir, siempre y cuando el paciente lo desee y lo pida.
Monseñor Cabrera recordó que el servicio de asistencia espiritual fue muy difícil aplicarlo en años anteriores, pues “el 2010 incluso se llegó a prohibir el ingreso de los sacerdotes en los hospitales de la red pública y se suspendieron algunas capillas que había en su interior”.
Pero los religiosos insistieron y entraban en los horarios que indican las autoridades; sin embargo, “a veces nunca llegaba esa autorización”, rememoró monseñor Cabrera. Desconociendo, reiteró, que la propia Constitución habla del derecho de profesar la fe en público y en privado.
Y como el Estado tiene la obligación de favorecer las expresiones religiosas voluntarias, en breve la CEE comenzará a hacer los acercamientos para firmar un convenio con el Ministerio de Salud Pública e ingresar sin inconvenientes en los hospitales de la red.
Toda esta asistencia espiritual se coordinará con los sacerdotes de las parroquias, quienes se encargarán de mencionar al feligrés que si van al IESS y requieren un servicio religioso los llamen. Dependiendo de la situación del paciente, los religiosos los visitarán o les ofrecerán la unción de los enfermos o la comunión.