En junio del 2015 nueve personas negras fuewron asesinadas en una iglesia de Charleston, EE.UU. Foto: AFP
No te dispararé todavía – señaló el asesino.
¿No? – preguntó la víctima.
No, necesito a alguien que cuente la historia. Esa fue la respuesta que el supremacista blanco Dylann Roof le dio a su víctima cuando ella aguardaba la muerte.
Roof es un joven de 22 años, quien en junio de 2015 mató a nueve personas negras en una iglesia de Charleston, EE.UU. Polly Sheppard, una sobreviviente de la masacre racista, aseguró que el atacante le perdonó la vida para que contara la historia.
Sheppard, de 72 años, dio este miércoles su testimonio en un tribunal federal en Charleston, Carolina del Sur, durante el juicio contra Dylann Roof.
El 17 de junio de 2015, Roof entró a la iglesia metodista episcopal africana Madre Emanuel y masacró a nueve personas. Ahora enfrenta 33 cargos y la Fiscalía pide la pena de muerte.
Sheppard describió con calidez a los nueve hombres y mujeres que murieron esa tarde cuando participaban en un grupo de estudio de la biblia. Contó que ella no pensaba quedarse, pero que su amiga Myra Thompson -quien luego murió- le insistió en que lo hiciera.
“Tenía planes de escaparme”, contó la superviviente, con una sonrisa. “Pero (Thompson) no dejaba de vigilarme”.
Luego Roof entró a la iglesia, se unió al grupo, recibió una biblia y un panfleto. Casi una hora después, cuando todos se pusieron de pie para rezar con los ojos cerrados, Sheppard escuchó los primeros disparos.
Dylann Roof, sospechoso del asesinato en Charleston, Carolina del Sur. Foto: EFE
Contó que se refugió bajo una mesa y, tras varios tiros, vio las botas del asesino delante de ella.
Sheppard, en su declaración, contó al jurado la forma en que Roof ejecutó a Tywanza Sanders, quien tenía 26 años. “¿Por qué haces esto? No he hemos hecho nada”, preguntó Tywanza a su atacante, mientras se encontraba agonizando.
“Alguien tenía que hacerlo porque, sabes, los negros están matando a los blancos todo el tiempo en la calle y están violando a las mujeres blancas”, respondió Roof. Esta declaración fue grabada por las cámaras de vigilancia del lugar.
La madre de Tywanza, Felicia Sanders, dio un emotivo testimonio la semana pasada sobre esta escena que hizo llorar al público y a algunos miembros del jurado. Durante su relato en el tribunal, la madre del asesino sufrió un infarto y fue llevada a urgencias.
En la llamada que Sheppard realizó al número de emergencias 911, se escucha a la víctima decir: “Hay muchos heridos, le disparó al pastor, le disparó a todos en la iglesia, por favor vengan ya”.
Antes del ataque, Roof escribió un manifiesto que subió a una página web, según se supo durante el juicio.
“La segregación no era mala. Era una medida defensiva. No sólo nos protegía de interactuar con ellos y de resultar heridos, sino además nos protegía de caer a su nivel”, escribió.
En su coche, el atacante tenía una lista de seis iglesias de la comunidad negra en Charleston -incluida la que fue objeto del ataque-, una Glock 45 y municiones. Los investigadores también hallaron una bandera confederada -considerada un símbolo racista- y un suéter con un gran “88”, cifra con la que los supremacistas blancos abrevian el saludo nazi “Heil Hitler”.
Dylann Roof no niega haber cometido este acto criminal. Su declaración, los testimonios de los sobrevivientes y el material recopilado en video son suficientes para demostrar la culpabilidad del joven. Por esta razón, la defensa no llamó a ningún testigo. El abogado David Bruck anunció que no cuestionaría los hechos ni los testimonios de la Fiscalía.
En el tribunal, Roof miraba al estrado sin mostrar emociones. Si es hallado culpable en esta fase, el proceso continuará con la evaluación de la sentencia. Se espera que el jurado comience a deliberar su culpabilidad a partir del jueves 15 de diciembre.
Esta matanza ha causado gran conmoción en la opinión pública nacional e internacional, en momentos en que Estados Unidos está sumido en una serie de episodios que dejan en evidencia sus tensiones raciales. Con respecto al asesino Dylann Roof, lo único a lo que puede aspirar la defensa del acusado es salvarle de la pena capital y sustituirla por cadena perpetua.