Ayer, 27 de enero del 2016, los militares realizaron un operativo en la Antepara y Maldonado, en Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Los vecinos tienen temor. En Juan Montalvo, una cooperativa de vivienda que está en el noreste de Guayaquil, casi nadie habla de la muerte de dos hombres el fin de semana.
Los pocos que se atrevieron dieron su testimonio a los policías y dijeron que en esas calles deterioradas se produjo un enfrentamiento acompañado de un intercambio de disparos.
El cuerpo de una de las víctimas quedó en la calzada, con disparos en diferentes partes del cuerpo. Su acompañante yacía a 80 metros de distancia, cerca de un vehículo.
A estos dos asesinatos se sumaron otros ocho crímenes registrados únicamente entre la noche del sábado y la madrugada del lunes en diferentes sectores del Puerto Principal.
Uno de los crímenes fue reportado aproximadamente a las 22:30 del sábado en una de las calles del centro de la urbe.
Wimper R., de 48 años, quien laboraba como cuidador de carros, apareció sin vida, con varias heridas de bala, cerca de un parqueadero. Los moradores del sector relataron a los investigadores de la Policía, durante el levantamiento del cadáver, que un desconocido descendió de un vehículo y empezó a disparar.
Las 10 muertes violentas reportadas el fin de semana no son las únicas este mes.
Hubo otras anteriores. Por ejemplo, un hombre fue baleado en el portal de su casa, en una de las manzanas de la cooperativa Socio Vivienda, en la periferia de Guayaquil.
Otra persona también recibió dos disparos cuando aguardaba en un comedor del suburbio de la ciudad.
La Policía evidenció su preocupación por estos crímenes, más aún por lo ocurrido el fin de semana. Por eso, el jefe de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), Víctor Arauz, manifestó que estos hechos delictivos “causan preocupación”, más aún cuando en otros fines de semana se han reportado entre tres y cinco casos.
En tres de las muertes violentas registradas entre el sábado y el lunes no se descarta un “mal reparto entre personas dedicadas a actividades delictivas”. Arauz consideró que se trata de enfrentamientos entre organizaciones dedicadas a actividades delictivas.
La Policía aseguró haber identificado a los presuntos autores de las muertes. Por eso se solicitó órdenes de detención para cuatro personas, investigadas como posibles autoras de los crímenes.
Para Ítalo Ramos, profesor de Derecho y abogado penalista, la forma en que se produjeron los últimos crímenes se configuraría como asesinatos por encargo o sicariato.
En el Código Penal (art. 143) se indica que la persona que mate a otra por precio, pago, recompensa, promesa remuneratoria u otra forma de beneficio quedará detenida de entre 22 y 26 años.
Las investigaciones determinan que en estos asesinatos, los sospechosos siempre usan motocicletas sin placas.
En el crimen de las dos personas en la cooperativa Juan Montalvo, los moradores precisamente vieron que los disparos provinieron de desconocidos a bordo de una moto.
Frente a esta sospecha, desde el pasado lunes se ejecutan operativos sorpresivos con personal policial, del Ejército y de la Autoridad de Tránsito Municipal de Guayaquil para identificar a los conductores de motos que circulan sin documentos personales o matrícula del automotor.
Ayer, 27 de enero del 2016, durante dos operativos sorpresas en el centro y suburbio de la ciudad, se retuvo 30 motocicletas cuyos ocupantes no presentaron documentos del vehículo. La acción conjunta también se centró en la revisión del interior de los carros, a cargo de la unidad de Control de Armas de la Infantería de Marina.
Los agentes estatales revisaron a los civiles para verificar si había alguna anomalía.
A inicios de este mes, el viceministro del Interior, Diego Fuentes, hizo un balance de los índices delictivos en el país. Y sobre las muertes violentas sostuvo que en el 2015 se redujeron con relación al 2014. Mencionó que el año pasado el país cerró con un 20% menos de crímenes.
En el país se reportó en el 2015 un total de 1 044 muertes violentas, entre ellas 693 asesinatos y 25 crímenes por encargo o sicariato.
El número de hechos representó una tasa de 6,4 casos por cada 100 000 habitantes. A decir de Fuentes, se trata de la tasa de crímenes más baja de la región, solo superada por Argentina y Chile.
El Ministerio del Interior espera que en el 2016 la tasa de muertes violentas baje a entre 5,4 y 5,7 casos por cada 100 000 habitantes.
En Guayaquil, según las cifras del mismo Ministerio del Interior, las muertes violentas se redujeron un 6,8% el año pasado con relación al 2014.
En diciembre pasado, el Jefe de la Dinased manifestó que esperaban terminar el 2015 con una resolución de crímenes del 70%. Según las investigaciones de esta unidad, en Guayaquil los crímenes tienen mayor incidencia entre las 20:00 y las 03:00, y especialmente entre los jueves y los domingos.
En contexto
En tres de las muertes violentas registradas entre el sábado y el lunes no se descarta un mal reparto entre personas dedicadas a actividades delictivas. La forma en que se produjeron los últimos crímenes se configuraría como asesinatos por encargo o sicariato.