Raúl Banderas de la FAE (izq.), Luis Garzón, jefe del Comaco (c) y Carlos Obando del Ejército (der.) integran el Consejo Supremo. Foto: Archivo / ministerio de defensa
Esta semana es decisiva en el Ejército ya que se define el ascenso de cinco generales de Brigada. Ellos son Óscar Troya, Ángel Proaño, Hugo Villacís, Javier Albuja y Fernando Drouet, quienes están a la expectativa de la reunión del Consejo Supremo de las FF.AA. para conocer su futuro en la institución uniformada.
Ese grupo ya cumplió cinco años como generales de Brigada en la Fuerza Terrestre; y, según la Ley de Personal de FF.AA., los oficiales de ese grado que cumplen el período establecido deben calificarse para subir a generales de División. Esto ocurre después de una evaluación que se realiza a través de dos etapas.
En la primera, la Dirección de Personal de la Fuerza Terrestre remite al Consejo Supremo los resultados de la calificación realizada a los aspirantes y envía un informe en donde se dice si cumplen o no los requisitos para subir de grado.
En la segunda fase se verifican los documentos y el cuadro de vacantes, según el artículo 105 de la Ley de Personal.
Actualmente, el Ejército cuenta con dos generales de División.
Uno es Carlos Obando, comandante de la Fuerza Terrestre, y Edwin Freire, jefe de Estado Mayor. El primero y los comandantes de la FAE y de la Marina, más el Jefe del Comando Conjunto (máximo organismo entre los soldados) están encargados de calificar a los cinco aspirantes.
Un alto oficial del Ejército habló con este Diario y dijo que el Consejo Supremo se declaró en sesión permanente y se espera que termine la visita del papa Francisco en Ecuador para definir los ascensos de los cinco generales. “Eso se decide a más tardar la próxima semana, para cuando se reúna (el Consejo Supremo)”, dijo el oficial.
Se prevé que las reuniones se realicen en las oficinas del jefe del Comando Conjunto, en La Recoleta (Centro Histórico de Quito). Allí se analizará la trayectoria de cada uniformado y se definirá si continúan o no.
Ellos han ocupado cargos en el Comando de Operaciones Terrestres, en la II División del Ejército Libertad, Inspectoría del Ejército, Comité del Arma de Aviación, Dirección de Operaciones del Comando Conjunto, etc.
De momento, los cinco oficiales continúan en sus cargos y se conoce que la ceremonia de ascenso se realizará el próximo 10 de agosto.
El ascenso de estos generales se analiza cinco meses después de que en la Asamblea se aprobaran las reformas a la Ley de Personal de las FF.AA. Estas plantean nuevas reglas para promocionar a los militares.
Por ejemplo, solo los ascensos de generales se concederán a través de Decretos Ejecutivos. Es decir, el Presidente de la República firmará esos documentos. Mientras que los de coroneles, capitanes, tenientes coroneles, mayores y oficiales subalternos se otorgarán mediante acuerdos ministeriales.
Estos cambios generaron reacciones entre los militares en servicio pasivo. Generales y coroneles retirados dijeron que un Decreto Ejecutivo para ascender en cualquier grado de oficiales “significaba un orgullo” y que “se mostraba como una carta de presentación ante los uniformados”.
También aseguraron que no es lo mismo que se suba de
grado mediante un Acuerdo Ministerial. ¿La razón? Un Decreto del Jefe de Estado da mayor jerarquía a los soldados.
En el caso de los oficiales Troya, Proaño, Villacís, Albuja y Drouet se espera la decisión definitiva del Consejo Supremo del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Luego de esto se remitirán al Ministerio de Defensa las listas definitivas de los generales que deben promocionarse a una jerarquía superior en el Ejército.
Una vez que concluya ese trámite, la terna de oficiales pasará a la Presidencia de la República, para que se suscriba el Decreto y suban de grado.