Cómo ingresó Manuel Zelaya a Honduras, el lunes, sigue siendo un misterio. El propio Presidente depuesto no ha dado pistas de la estrategia que empleó para su vuelta. De forma burlona dijo: “No se dieron ni cuenta a qué horas entré, quedaron burlados”.
Posteriormente, Zelaya refirió a la cadena británica BBC: “He tenido colaboración de varios sectores pero no puedo informarlo con el fin de que no hagan daño a las personas que me ayudaron”.
Zelaya agregó a la BBC un detalle más: “Lo hicimos a primera hora de la mañana (del lunes) pasando diferentes estaciones de Policía, militares y todo lo que se da por estas carreteras, porque este es un país secuestrado por las fuerzas militares”.
De acuerdo con la prensa local e internacional consultada, el depuesto Presidente pudo haber iniciado su operación retorno el domingo. Medios de El Salvador dan cuenta de que un avión aterrizó en el aeropuerto internacional cercano a la capital, San Salvador. Un funcionario de ese país dio más detalles al periódico español El País e informó que la aeronave era del Gobierno venezolano y que en un principio negaron el permiso para aterrizar “porque su petición no estaba basada en ninguna de las situaciones de emergencia que contemplan los convenios internacionales”.
Según la fuente, el avión -que procedía de Nicaragua- empezó las maniobras de descenso y tras el aterrizaje se le multó con USD 30 000, como lo estipula la Ley.
La BBC también informó que el presidente salvadoreño, Mauricio Funes, y la cúpula del partido oficialista salvadoreño, Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, no solo estaban al tanto de la llegada de Zelaya a El Salvador, sino que una comitiva lo fue a recibir. Pero el gobierno de Funes ha dicho que ignora cómo hizo Zelaya para cruzar la frontera.