El Museo de Sitio Tulipe ofrece recorridos guiados y talleres por el feriado. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Durante el feriado por el Día de los Difuntos, hay varias opciones para quienes deseen estar en contacto con el patrimonio arqueológico de Quito. Museos y parques abren sus puertas para que los interesados puedan conocer los rituales que se utilizaban en el pasado para conmemorar la muerte de sus seres queridos.
Las principales atracciones incluyen la visita a las piscinas ceremoniales y la exposición de objetos funerarios, que permiten tener una idea de la vida cotidiana y cuál era la percepción de la muerte en el pasado.
El Museo de Sitio La Florida, ubicado en el barrio San Vicente de La Florida, es una de las opciones para quienes deseen revivir la historia de la ciudad. En este cementerio de los antiguos pobladores de Quito se construyó el pequeño museo sobre el sitio de los hallazgos arqueológicos.
Durante el recorrido por sus instalaciones, los asistentes podrán apreciar la idea que tenían los antiguos pobladores sobre la vida después de la muerte. Esto se refleja por los ajuares que se pueden observar sobre cada una de las tumbas. Las personas enterraban a los difuntos con estos artículos.
Los recorridos guiados tienen duración de una hora aproximadamente. Además, en estas fechas ofrecen actividades familiares gratuitas y un taller para la elaboración de las tradicionales guaguas de pan.
Para conocer más sobre las antiguas civilizaciones está el parque arqueológico y ecológico Rumipamba, también conocido como Valle de Piedra, que está ubicado al noroccidente de la capital.
En sus 36 hectáreas, este espacio guarda la historia de quienes habitaron estas tierras, incluso, antes de la llegada de los incas.
Mientras se examinaba el terreno para construir un conjunto habitacional en 1990, aparecieron vasijas, osamentas y artículos precolombinos. Además, cuando se realizaban las excavaciones descubrieron las tumbas y restos de viviendas, que actualmente pueden visitar las personas que acudan a este espacio patrimonial.
Algunas de las actividades para este feriado incluyen talleres sobre la confección de las coronas para los difuntos y recorridos guiados de una hora para observar los rastros arqueológicos y los senderos de flora y fauna protegida. Para algunas de las atracciones, es necesario reservar un cupo con anticipación.
En el Museo Tulipe, que significa agua que baja de las tolas, la promesa es la interacción con los visitantes. Quienes acudan al lugar durante estas vacaciones, podrán conocer cómo los artesanos de la zona elaboran sus productos y aprender el proceso de elaboración del café artesanal.
También se les indicará cómo fabricar vasos, compoteras, artículos decorativos y utensilios para la cocina utilizando la caña guadúa. Los talleres son dirigidos para toda la familia, ya que grandes y chicos podrán participar de un taller de pintura para recordar el día de los difuntos. Los mejores trabajos se exhibirán en el museo hasta el 2 de noviembre.
En este sitio se conservan siete piscinas ceremoniales de los Yumbos que habitaron en esa zona hace más de 1 200 años.
También se puede conocer los caminos sagrados y la percepción que tenían sobre la astronomía los antiguos habitantes de esta zona. Los recorridos en el museo tienen una duración de una hora y media aproximadamente.
En el parque Rumipamba se puede observar los hallazgos. Foto: EL COMERCIO
Además de aprender más sobre las antiguas civilizaciones, en estos sitios también podrá tener un mayor contacto con la naturaleza. Las opciones incluyen caminar por sus senderos, pedalear en las ciclorrutas o bañarse en las aguas del río en Tulipe. La gastronomía es otro componente esencial del turismo arqueológico ya que aprenderán sobre la comida de los antiguos pobladores. Los museos y el parque estarán abiertos de 09:00 a 17:00.