Argentinos rememoran 34 años del golpe

Santiago Estrella Garcés
Corresponsal en Buenos Aires

Argentina vivió hoy una nueva jornada de reflexión y memoria al cumplirse 34 años del golpe militar. Durante una serie de actos en todo el país, los argentinos recordaron aquel 24 de marzo de 1976, cuando una junta militar comandada por Rafael Videla, derrocaba a la presidenta Estela Martínez, viuda de Perón.

Así se inició una dictadura que recién terminaría siete años después, dejando un saldo de 30 000 desaparecidos, 800 niños arrebatados de sus madres y cambiados su identidad. Y eso es algo que los argentinos no pueden ni quieren olvidar hasta que todos los militares represores sean juzgados y condenados.

Por la mañana, en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada, la ESMA, el campo de concentración máximo del llamado Proceso de Reorganización Nacional, en donde torturaron a 5 000 personas y arrebataron de sus madres a 80 niños, ahora convertido en el Espacio de la Memoria, se realizó el acto oficial.

En la ESMA, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, volvió a exhortar a la Justicia para “que se aplique la Justicia con los jueces de la Constitución, que finalmente termine este capítulo trágico de los argentinos y podamos dar vuelta esa página de la historia, pero con verdad y con justicia”. 

Frente a aquellos que sostienen que el olvido es el camino a seguir para avanzar hacia un futuro distinto, la mandataria no dudó en afirmar “Acá nadie está juzgando el pasado, sino delitos concretos cometidos por hombre concretos”.

Afirmando que “sin identidad, no hay estado de derecho”, aludió a la dueña del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, de quien se afirma que sus dos hijos adoptivos fueron arrebatados.

Al saludar a Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, organización que se dedica fundamentalmente a la recuperación de la identidad de eso niños, dijo que “cada nieto que aparece es una victoria sobre el olvido y la muerte, y es esencialmente una victoria del Estado de Derecho de la calidad institucional, porque no puede haber Estado de Derecho y Calidad Institucional si no hay identidad”. 

“Si no encontramos justicia en Argentina, yo como presidenta la voy a acompañar a los tribunales internacionales a buscarla”, le dijo a Carlotto.

Por la tarde, una multitud llegó hasta la Plaza de Mayo, símbolo de la resistencia, cuando 14 madres, lideradas por Azucena Villaflor, desafiaron a los dictadores con sus primeras rondas, reclamando por la aparición de sus hijos.

Se realizaron diferentes actos masivos en honor a las 30 000 víctimas del genocidio. Entre ellas, Villaflor, que fue secuestrada por la Armada y asesinada en los vuelos de la muerte que tiraban los cuerpos al mar.

Una bandera inmensa con los retratos de cientos de desaparecidos ingresaba a la Plaza. Coreaban “olé-olá, como a los nazis les va a pasar: a donde vayan los iremos a buscar”. Inevitable no mirarla y no estremecerse ante esos rostros.

Las banderas colmaron la plaza. La gente escuchaba las canciones y aplaudía los discursos que exigen justicia. Algunos militares han sido condenados. Otros están siendo juzgados. Otros esperan su turno. Mientras los argentinos aún dicen “nunca más”.

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