Montevideo. ANSA
Uruguay y Argentina comienzan hoy la ronda final de alegatos en la Corte Internacional de La Haya. En esa instancia dirimen la controversia por una papelera que desató el peor conflicto en décadas entre los dos países vecinos, y cuyo veredicto se aguarda para comienzos de 2010.
Igual de convencidos de sus argumentos, Buenos Aires y Montevideo acuden con optimismo a la instancia oral ante el Tribunal que desde 2006 atiende el conflicto que tiene a una planta de celulosa como centro. El gobierno de Tabaré Vázquez espera con “muy buenas expectativas” el procedimiento oral, que se desarrollará entre hasta el 2 de octubre, mientras Argentina está “convencida” de que la razón la asiste.
Situada en la localidad uruguaya de Fray Bentos, sobre un río que es límite natural entre los dos países, la planta de Botnia, de capitales finlandeses, comenzó a funcionar en noviembre de 2007 y desde entonces produjo ya más de 1,5 millones de toneladas de pasta de celulosa. Argentina, que llevó el caso a La Haya, argumenta que Montevideo violó el Tratado binacional del Río Uruguay, de 1975, al no solicitar autorización para su instalación.
Sostiene además que la planta contamina, y por ese motivo, desde hace casi tres años un grupo de pobladores de ese país corta un puente que conecta ambos países, con serios perjuicios económicos para Uruguay.
La planta de Botnia fue construida entre 2005 y 2007 y generó durante las obras más de 1 000 empleos, en la mayor inversión en la historia del país.
Un trabajo reciente en Uruguay de una Comisión de Seguimiento de la planta determinó que su operación no generó variaciones en la calidad del aire, mientras respecto a la calidad del agua estableció que en ninguno de los muestreos se registraron valores de dioxinas por encima de los límites.