Un archivo desclasificado del asesinato de John F. Kennedy decía que 'Adolfo Hitler está todavía vivo'

La información del agente de la CIA sobre Hitler no pudo ser confirmada. Foto: Infobae

La información del agente de la CIA sobre Hitler no pudo ser confirmada. Foto: Infobae

En uno de los archivos desclasificados se mencionaba que Adolfo Hitler estaba vivo y que había cambiado de nombre. Foto: Infobae

En 1955 el agente de la CIA en Caracas, David Brixnor, reportó a Washington que el Führer no había muerto y se encontraba, presuntamente, en Colombia. La información nunca pudo ser confirmada por las autoridades estadounidenses.

El pasado jueves 26 de octubre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, autorizó la desclasificación de miles de documentos sobre el asesinato del exjefe de Estado norteamericano, John F. Kennedy. Con el correr de los días, se conocieron algunos de los contenidos más reveladores.

Uno de esos archivos aportaba una inquietante e inverosímil información que nunca se pudo confirmar.

"Adolfo Hitler está todavía vivo". Ese fue el mensaje enviado a Washington el 3 de octubre de 1955 por el agente de la CIA en Caracas, David Brixnor.

La información del agente de la CIA sobre Hitler no pudo ser confirmada. Foto: Infobae

En su documento, Brixnor señala que un agente estadounidense recibió información sobre la presunta presencia de Hitler en Colombia. Allí, según esa fuente, habría cambiado su nombre a Adolfo Schrittelmayor.

El agente que recibió la información fue identificado con un nombre clave: "Cimelody-3". Este aseguró que Phillip Citroen, un exsoldado de la SS nazi, fue quien le reveló el presunto paradero de Hitler.

"Phillip Citroen […] dijo confidencialmente que Adolfo Hitler todavía está vivo", apunta el archivo de tres páginas.

"Citroen comentó que, como ya habían pasado 10 años desde el final de la Segunda Guerra Mundial, los Aliados ya no podían enjuiciar a Hitler como criminal de guerra", agregó Brixnor en su informe.

"Obviamente, 'Cimelody' no está en ninguna posición para hacer comentarios", aclaró.

No obstante, esa información nunca pudo ser confirmada por las autoridades norteamericanas.

Otros detalles enigmáticos pero no explosivos sobre el asesinato de JFK

La comisión que investigó el caso del asesinato del presidente Kennedy determinó que Lee Harvey Oswald, un exmarine, cometió el asesinato solo pero la especulación sobre la participación de otras personas en el hecho no ha cesado.

El presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy (izq.) y a la primera dama Jacqueline Kennedy (der.) después de las ceremonias de llegada de H. E. Habib Bourguiba, presidente de Túnez en 1961. Foto: EFE

Philip Shenon, autor del libro 'Un hecho cruel e impactante: la historia secreta del asesinato de Kennedy', opinó que aunque no hubo revelaciones importantes con la desclasificación de los archivos, sí encontraron algunas “golosinas interesantes”.

Destacó un archivo en el que el entonces director del FBI J. Edgar Hoover dice, solo un día después del asesinato, que es importante “convencer al público de que Oswald es el verdadero asesino”.

“Eso fue solo cuando la investigación arrancaba”, dijo Shenon, por lo que “él se estaba apresurando a juzgar” los hechos.

“El FBI, en particular, estaba absolutamente determinado, sin importar los hechos, a probar que Oswald era el único atacante, un lobo solitario, que no había nadie más involucrado”, señaló Shenon.

“Querían mostrar que no había forma de que el FBI hubiera podido evitar el asesinato”, sostuvo.

Muchos de los 2 891 documentos hechos públicos por los Archivos Nacionales son de inteligencia cruda y sin verificar. Además, gran parte de su contenido ya se conocía, como que la CIA armó varias conspiraciones para matar al líder cubano Fidel Castro.

La agencia de Archivos Nacionales de Estados Unidos compartió el 26 de octubre del 2017 en su web los documentos liberados por la Casa Blanca. En la foto, el expresidente de Estados Unidos John F. Kennedy, expresidente el 30 octubre de 1962. Foto: Archivo Histórico EL COMERCIO

Un documento de 1975 detalla cómo en los primeros días de la presidencia Kennedy la CIA ofreció USD 150 000 dólares al jefe mafioso italoamericano Sam Giancana para organizar el asesinato del cubano.

A cambio, Giancana solicitó la ayuda de la CIA para poner un dispositivo de grabación en el cuarto de su amante, de quien sospechaba que estaba teniendo una aventura.

Otras posibles ideas para matar al líder comunista, que se decía era un buzo aficionado, incluyeron contaminar su traje de buceo con bacterias o poner una bomba en un coral.

La reacción soviética

Uno de los documentos incluye la transcripción de una conversación de Hoover dos días después del magnicidio.

Hoover dijo que el FBI informó a la policía de una amenaza contra la vida de Oswald. Pero no se tomaron medidas y el dueño de un club nocturno, Jack Ruby, lo mató mientras era escoltado por policías hacia un juzgado solo dos días después del asesinato de Kennedy.

Aunque muchas teorías han vinculado a Oswald con operativos cubanos o soviéticos, un memo de 1963 del FBI indicaba que la muerte de Kennedy generó duelo en la Unión Soviética.

Según una fuente, “oficiales del Partido Comunista de la Unión Soviética creían que había una conspiración de parte de la ultra-derecha en Estados Unidos”.

Los soviéticos temieron que el asesinato fuera usado como pretexto para “detener las negociaciones con la Unión Soviética, atacar a Cuba y luego expandir la guerra”.

Oswald había desertado a la Unión Soviética en 1959, pero regresó a Estados Unidos en 1962.

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