En Guayaquil se reunieron miembros de gremios empresariales e industriales. Foto: Mario Faustos / El Comercio.
Con tres golpes comenzó el primer mes del 2015 para los empresarios, dijo ayer Pablo Arosemena, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, durante una reunión a la que se dieron cita representantes de gremios comerciales e industriales del país.
La aplicación del arancel cambiario a Colombia (21%) y Perú (7%) para las importaciones, las reformas tributarias (refiriéndose específicamente al impuesto del 100% a las cocinas de gas) y la reducción al cupo de las importaciones de vehículos, son las tres principales preocupaciones con las que arrancan las operaciones de sus negocios los empresarios.
Como comerciante, Arosemena se centró sobre todo en cuestionar el tema arancelario e hizo énfasis en que es necesario que el Gobierno se centre en promover las ventas de productos ecuatoriano, en lugar de restringir a las importaciones.
“No ha habido cambio en las relaciones comerciales con Colombia y Perú, no es que les estamos comprando más o que nos han inundado de sus productos, es una medida muy agresiva”, comentó el titular del gremio.
Al vicepresidente técnico de la Cámara de Industrias de Cuenca, Andrés Robalino, le preocupa que Perú imponga sanciones a productos “estrellas” que se envían a ese mercado y concretamente de Cuenca como la línea blanca.
Sobre ese tema, el 5 de enero el director ejecutivo del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), Roberto Aspiazu, alertó sobre una posible modificación de los niveles arancelarios de unas 1 000 subpartidas. “Serían subpartidas, que no están en los niveles de Organización Mundial de Comercio (OMC). La intencionalidad es incrementar aranceles y así tener mayor recaudación fiscal”.
La mañana de ayer, el ministro coordinador de la Política Económica, Patricio Rivera, confirmó que, en efecto, se revisarán aranceles y que dicha medida se dará a conocer la próxima semana. El objetivo de esto, dijo, es proteger el empleo.
Sin embargo, con estos tres “golpes”, los empresarios temen que la primera afectación sea la generación de plazas de empleo.
Con la reducción de cupo a las importaciones de vehículos, sobre todo.
Jaime Cucalón, presidente de la Asociación Ecuatoriana Automotriz estima que en los próximos tres meses, se reducirían unas 5 000 plazas de trabajo en este sector que genera unas 28 000 plazas de manera directa e indirecta.
Cucalón indicó que el porcentaje de reducción de cupos es de 54% y que hay marcas que han sido reducidas más del 60%, por lo que habría concesionarias que tendrían que cerrar.
“Van a ser tan demandados los carros que solo vamos a requerir personal que reciba las órdenes de compra”, señaló Cucalón.
Diego Luna, titular de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade), considera que otro efecto, estará en la recaudación fiscal.
Hasta 2010 la recaudación generada por el sector importador de vehículos fue de USD 689 millones. “Desde el 2011, con las resoluciones del Comex se afectó la recaudación. Ese año dejaron de ingresar a las arcas USD 274 millones. Ahora dejarán de entrar por recaudación USD 360 millones a las arcas fiscales”.
Los diálogos con el Gobierno sobre estos temas no faltaron durante el 2014, coinciden los empresarios. Los gremios tuvieron reuniones con representantes de instituciones de Gobierno para hacer ver sus puntos de vista y sugerencias de incentivos para sus sectores; sin embargo, sienten que no fueron escuchados.
“Se trabajó un año en el seno del Consejo Nacional de la Producción para hacer las reformas al Código de la Producción, se presentó un documento, pero no lo usaron”, contó Francisco Alarcón, presidente encargado de la Cámara de Industrias de Guayaquil.