Vista general de edificios con luces de emergencia este jueves en Caracas (Venezuela), durante un apagón eléctrico que afectó a gran parte del país. Foto: EFE
Un apagón masivo mantiene este 7 de marzo del 2019 a oscuras a Caracas y casi todos los estados del país, en lo que el gobierno de Nicolás Maduro denunció como un “sabotaje” contra la principal represa de generación de energía eléctrica del país.
La corriente se cortó en Caracas a las 16:50 locales , provocando el colapso del tráfico debido al desalojo del metro y fallas con los semáforos. Mareas de personas caminaron varios kilómetros tras salir de sus trabajos.
El apagón afectó también al aeropuerto internacional Simón Bolívar, según reportes de viajeros en las redes sociales.
Además, se suspendió un partido entre el Deportivo Lara, de Venezuela, y el Emelec de Ecuador, por el Grupo B de la Copa Libertadores, previsto para la noche de este jueves en la ciudad de Barquisimeto y reprogramado para el viernes por la tarde.
Entrada la noche, al cabo de casi seis horas, el servicio seguía sin restablecerse. En algunos sectores de Caracas, los habitantes hicieron sonar cacerolas en señal de protesta.
“¡Ya estamos cansados, agotados!”, declaró a la AFP Estefanía Pacheco, madre de dos hijos, obligada a recorrer a pie los 12 kilómetros entre su lugar de trabajo como ejecutiva de ventas en el este de la capital venezolana y su casa en el oeste.
En Caracas, ciudad con altos índices de criminalidad, la población procura regresar a sus casas con la luz del día y casi no hay actividad nocturna.
De acuerdo con reportes de la prensa local, el apagón afecta prácticamente a toda Venezuela, con cortes en 23 de los 24 estados y en la capital. A la vez, fallan las líneas telefónicas y la Internet.
“Da tristeza cada vez que estas cosas ocurren”, lamentó Estefanía, pues los cortes de electricidad son habituales en Venezuela. Crónicos desde hace años en la zona occidental, vienen extendiéndose a Caracas y otras áreas.
Especialistas responsabilizan al gobierno socialista por falta de inversiones en el mantenimiento de la infraestructura en medio de una grave crisis económica, pero altos funcionarios denuncian frecuentemente actos de “sabotaje“.