Varias ciudades. AFP
Las luces del Centro Histórico de Quito se apagaron ayer, pasadas las 20:35.
Decenas de personas se congregaron en la Plaza Grande para cumplir con el acto previsto en el marco de La Hora del Planeta. El fin fue sensibilizar a la gente sobre el calentamiento global, por el excesivo consumo de energía.
Antes de que se apaguen los focos de las calles y de los edificios, se realizó un acto artístico-cultural. Grupos de danza y de música pusieron el ambiente de fiesta desde la tarde.
La simbólica hora de ahorro de energía, realizada por primera vez en Sidney en el 2007, se ha convertido en un acto anual mundial. Los organizadores del World Wide Fund for Nature (WWF) esperaban la adhesión de más países, ayer.
En varias ciudades de Paraguay, sus habitantes se sumaron a la campaña mundial. El Palacio de Gobierno y otras instituciones públicas, además de varias decenas de entidades privadas, entre ellas grandes centros de compras, apagaron sus luces y encendieron velas
El cierre de la actividad en la capital paraguaya tuvo lugar en la explanada del Mariscal López Shopping. En ese lugar se realizó un acto simbólico, en el cual se formó el número 60, en alusión a los minutos de respiro que se dio al planeta.
El obelisco porteño de Buenos Aires también se oscureció y quedó apenas iluminado por el reflejo de centenares de velas que fueron encendidas.
La Pirámide de Mayo, en la histórica Plaza de Mayo; el puente de la Mujer, en el barrio de Puerto Madero, el más nuevo de la capital argentina, y varios monumentos emblemáticos de la ciudad, apagaron su iluminación.
Otras ciudades como Nueva York y Londrés también se sumaron a la iniciativa contra el calentamiento global.