Las arcas fiscales seguirán necesitando más recursos para cumplir con el plan de inversión pública, el cual demanda de unos USD 10 000 millones anuales, según el Plan Plurianual de Inversión. Y la opción que ha encontrado el Gobierno en los últimos años ha sido endeudarse, pues así está diseñado el modelo.
Durante los primeros años de gobierno, la inversión pública se financiaba con los excedentes que dejaba el alto precio del crudo.
Cuando el precio del petróleo cayó o dejó de crecer se echó mano del endeudamiento, con la justificación de que la deuda servirá para financiar la inversión pública.
Los mayores ingresos obtenidos por tributos, debido a la gestión del Servicio de Rentas Internas (SRI), solo han servido para mantener funcionando el aparato estatal. Y ahí hay muchos recursos. El año pasado ingresaron al SRI unos USD 13 000 millones, un 173% más que hace siete años. En los últimos siete años se ha cobrado en impuestos alrededor de USD 60 000 millones.
Aunque hubo recursos disponibles, el modelo económico ha demandado de cada vez más recursos públicos para mantener el ritmo de crecimiento de la economía.
En este escenario, el alto precio del petróleo ya no es suficiente, pues se ha estancado en unos USD 97 por barril desde hace tres años. Aunque es un gran precio, las necesidades fiscales son mayores.
Por eso el Régimen optó por emprender un proceso de endeudamiento desde el 2010, pero que se aceleró desde el 2012, cuando la deuda pública interna creció ese año 72% con emisión de bonos.
Desde que inició el Gobierno, la deuda pública interna ha crecido 238%, llegando a USD 11 076 millones hasta abril del presente año. El principal comprador ha sido el Biess.
La deuda externa, que a inicios del Régimen estaba en el orden de 10 200 millones y que bajó a 7 400 millones con la renegociación, actualmente ya bordea los 15 000 millones.
Las necesidades de inversión siguen y el Fisco cree que hay margen para más deuda.