Redacción Judicial
Publicado 14/12/2009
Luego de casi nueve meses de trabajo, la Comisión de Angostura presentó su reporte final sobre el bombardeo colombiano a la base de las FARC y los supuestos nexos de gente del Gobierno con la guerrilla. Pero este documento tiene información contradictoria y datos que no han sido contrastados.
Otros datos polémicos del reporte
Se asegura que el FOL de Manta fue utilizado por los militares de Estados Unidos para seguir los pasos del ex líder de las FARC, Raúl Reyes. Pero no se presenta ninguna prueba de ello. Además, se afirma que un avión HC-130 partió del FOL la noche del 29 de febrero y aterrizó en la madrugada del 1 de marzo. Pero esta nave es usada para carga.
En la declaración de la asambleísta María Augusta Calle, ella dice que firmó la solicitud para pedir un aula de la Casa de la Cultura para que se realice el Segundo Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana. Pero allí mismo se sostiene que ella nunca firmó ningún documento.
Además, en el informe se señala que en el campamento de Angostura estuvo Nubia Calderón “quien sobrevivió al bombardeo, para luego recibir ayuda médica en casas de seguridad del grupo ilegal, instaladas en Ecuador. También se afirma que no se pudo establecer la participación de el ‘Pirata’ en el ataque de Angostura y que “toda la información sobre él reposaría en la Dirección de Inteligencia de la Policía de Colombia”.
El reporte dice que Wellington Sandoval , ex ministro de Defensa, fue advertido por el Mando Militar sobre la relación de funcionarios del Gobierno con las FARC, p ero no informó por faltas de pruebas.
En el Decreto de creación del grupo se estableció que trabajarían por cuatro meses, extendibles hasta seis. No obstante, por pedido de los comisionados se amplió el plazo hasta el jueves pasado, cuando dieron su reporte.
En el capítulo II del informe de Angostura se habla de un lugar en Ecuador que tiene influencia de las FARC. La ubicación apareció en un mapa que fue hallado en Angostura, después del bombardeo del 1 de marzo de 2008. La carta geográfica tiene las coordenadas de la zona de Bocana del Búa, una región del límite provincial entre Santo Domingo de los Tsáchilas, Manabí y Esmeraldas.
Sin embargo, el informe de la Comisión refiere que la cartografía fue realizada por el agente Javier Guagua, de la Policía Judicial de Santo Domingo, “para indicar el lugar de los hechos (donde se produjo una serie de asesinatos de campesinos)”. Por ello, los comisionados infieren que el mapa no fue hallado en Angostura.
Este documento aparece en el libro ‘El Juego del Camaleón: los secretos de Angostura’, del periodista Arturo Torres y forma parte del juicio penal por el bombardeo que se sigue en el Juzgado Tercero de lo Penal de Sucumbíos, en Nueva Loja. El mapa fue encontrado por el Ejército ecuatoriano el 3 de marzo en el campamento bombardeado de Angostura, según consta en el informe del Grupo de Inteligencia Militar (GIM) 87 Amazonas (documento anexado en el juicio).
El informe militar es un detalle de todo lo hallado en el campamento de las FARC y reza: “Entre los documentos existe una carta topográfica que corresponde al sector de Bocana del Búa-Ecuador, en la misma se encuentra marcada la coordenada 5697 que corresponde a las inmediaciones de la localidad de Bocana y en coordenada 6297 que corresponde al H. Nidia, presumiéndose que en determinados sectores podría existir presencia de los GIAC (Grupos Irregulares Armados de Colombia)”.
Esta información fue entregada por Torres a los comisionados, cuando lo convocaron. “Yo hice la investigación y concluí que las coordenadas 5697 coincidían con varias haciendas asentadas en el sector de la Bocana. Yo fui al lugar y revisé los reportes policiales que señalan que en la zona se habían producido más de 13 asesinatos a campesinos. No entiendo por qué no contrastaron la información. Es una versión sesgada y mal intencionada con el afán de desprestigiar el libro”, puntualizó el periodista Torres.
A pesar de que existe esta contradicción, Francisco Huerta, presidente de la Comisión de Angostura, aseguró que el reporte se basó en una versión que dio el agente Guagua en un proceso judicial en Manabí, sobre el tema de la Bocana del Búa. “Era para visibilizar que el documento pasó de un lugar a otro”, dijo Huerta.
El reporte del GIM 87 Amazonas fue entregado al Gobierno en marzo del año pasado, como parte de las investigaciones hechas por el bombardeo colombiano.
A mitad de año, este Diario reveló que una de las haciendas que aparece en las coordenadas mencionadas por el Ejército es la del ex embajador de Ecuador en Venezuela, René Vargas Pazos. Su finca -según la familia Vargas- fue arrendada entre 2003 y 2007 a un hombre llamado Casimiro. El informe de la Comisión de Angostura revela que Casimiro es Óliver Solarte, jefe financiero del Frente 48 de las FARC.
En el capítulo IV del informe de la Comisión se acusa al ex embajador de “haber cometido irregularidades en la Embajada (en Caracas), como extorsiones a particulares a nombre de las FARC, haber dispuesto que se asista en su representación al Segundo Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB) en Quito, del 22 al 27 de febrero de 2008”.
Estas contradicciones y otras, entre las que están las de Ignacio Chauvín, ex subsecretario de Gobierno, fueron reconocidas por la Comisión. Sin embargo, su explicación fue que “se quiso mantener la transparencia en toda la investigación”, dijo Israel Batista, miembro del grupo.
Chauvín sostuvo que nunca estuvo en Colombia, pero afirmó que las reuniones que mantuvo (siete) con el ex líder de las FARC, Raúl Reyes, fueron en ese país.
Estos vacíos fueron el motivo para que el grupo resuelva no judicializar el proceso. “Las autoridades del Gobierno deberán poner a consideración de la justicia lo que consideren necesario”, afirmó el comisionado.
En la investigación sobre los equipos utilizados en el bombardeo colombiano, se utilizaron páginas web como www.egelforum.net/forum, que es el portal de un blog y de una comunidad social. Aquí se ‘posteó’ información sobre el avión Súper Tucano que, según Colombia, fue utilizado durante el ataque.
En esta página se asegura que las aeronaves sí pueden llevar las bombas GBU 12 Paveway II, que fueron guiadas por miras láser. Este tipo de armamento fue utilizado en el ataque, de acuerdo con un estudio de la FAE.
Este Diario publicó esta información el 21 de marzo de 2008. Allí se especificó el tipo de bombas que se usaron en el ataque, cómo cayeron en el campamento ilegal, los restos encontrados, etc.
En el reporte de la Comisión se usó la página web de Wikipedia, una enciclopedia que es susceptible de ser modificada por los lectores, para explicar las características de las bombas. “En la investigación nos basamos en visitas a varios lugares, testimonios de personas involucradas, informaciones publicadas en los medios de comunicación, Internet e investigaciones realizadas por nuestro equipo”, dijo Batista.
Los comisionados viajaron a Colombia y a México. Al vecino del norte acudió Huerta, como presidente de la entidad, pero no obtuvo resultados. “Se nos informó que mientras las relaciones no estén restablecidas, no se podrá entregar ninguna información”, afirmaron los delegados.
A México fue Batista, quien aseguró que no se pudo hablar con Lucía Morett, una de las tres sobrevivientes del ataque del 1 de marzo. Sin embargo, “hablamos con sus padres y sus abogados. Todo está incluido en las versiones que se adjuntaron al informe”, manifestó el comisionado.
Pero estos documentos fueron anexados como “reservados”, por lo que no pudieron ser de conocimiento público. “El informe está lleno de fuentes anónimas”, cuestionó Arturo Torres.
La comisión tuvo un presupuesto de USD 266 800, de los cuales sobraron USD 39 900. El informe de gastos y de trabajo será presentado el martes próximo. “No recibimos sueldo”, dijo Batista.
Reacción
Patricio Haro/ Coronel (S.P.)
El apoyo salió desde la Base Tres Esquinas. La Comisión habría sustentado parte de su informe, especialmente lo relacionado al desplazamiento de la narcoguerrilla hacia nuestro territorio y la conferencia de la Coordinadora Continental Bolivariana que se realizó en Quito. Ese fue el preámbulo para la visita planificada de esa Coordinadora a Angostura en donde se iba a realizar el segundo encuentro bolivariano. Nosotros, como comisión de solvencia moral e independencia, no pudimos sustentar, lo que sostiene la Comisión del caso Angostura, de que el apoyo que de la operación del Estado colombiano salió desde la Base de Manta. Lo que sostuvimos fue que toda la información salió de la base colombiana de Tres Esquinas, desde allí se localizaron y monitorearon los desplazamientos de Raúl Reyes. La Comisión del caso Angostura deberá sustentar por qué cree que el apoyo salió de Manta.