Ángel Llerena (izq) está nominado al Premio Nobel en Fisiología, que se definirá el 1 de octubre de 2018 en Estocolmo, Suecia. Mauro Toscanini (centro), rector de la universidad, estuvo presente en el homenaje. Foto: marioFaustos / EL COMERCIO
Cuando Ángel Llerena Hidalgo propuso trabajar con ozono para combatir la sigatoka negra dudaron de su investigación. Cinco años después su estudio dio resultados: en cuatro bananeras donde aplicó la metodología se logró eliminar el hongo, reducir en un 40% el costo de producción y aumentar en 25% el rendimiento de la plantación.
Esa investigación catapultó al docente universitario a la nominación al Premio Nobel en Fisiología, que se definirá el 1 de octubre de 2018 en Estocolmo, Suecia. La propuesta fue presentada por la Universidad Agraria de La Habana (Cuba), poco después de una ponencia sobre el tema que se realizó en Madrid.
Llerena es doctor en Ciencias Agrícolas y máster en Agricultura Tropical Sostenible. Es catedrático de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. En los laboratorios de la Facultad Técnica para el Desarrollo ha liderado estudios vinculados con la agricultura sostenible.
El investigador asegura que al aplicar agua ozonificada se podría eliminar en Ecuador el uso de 5 000 000 de litros de fungicidas que se utilizan al año para el control de la sigatoka negra. La técnica ha despertado el interés en países bananeros como Tailandia y Costa Rica.
La mañana de este miércoles 19 de septiembre de 2018, Llerena dejó por un momento su mandil para asistir a un homenaje organizado por la Asociación de Profesores de la Universidad Católica de Guayaquil.
El rector Mauro Toscanini incentivó al nominado a desarrollar nuevos estudios, por ejemplo, vinculados a mitigar la plaga de caracoles que afecta a los cultivos de arroz en el Litoral. Llerena respondió que ya tienen avances en esa y otras áreas, solo con el uso de elementos naturales.
El vicerrector de Investigación y Posgrado, Walter Mera, explicó que la patente de la investigación del agua ozonificada se publicó. También mencionó que Llerena aportó al registro de una patente sobre el uso de bambú.
El catedrático, oriundo de Quevedo (provincia de Los Ríos), ha realizado 21 proyectos en la universidad guayaquileña. “En todas nuestras investigaciones participan estudiantes. Es una forma de incentivarlos a buscar alternativas agroecológicas para la fertilización y el control de plagas”.
En febrero pasado, la Universidad Católica obtuvo dos reconocimientos en el concurso Galardones Nacionales 2017, de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt). Ambos partieron de la investigación ahora propuesta para el Nobel, quien fue tutor de estos proyectos estudiantiles.
El primer lugar en Investigación Científica fue para un estudio que evaluó la incidencia del ozono sobre la sigatoka negra, reproducida en condiciones in vitro. Este fue desarrollado por los ingenieros agropecuarios Javier Dávalos Barquet y Andrés Martínez Lino.
También lograron el primer lugar en Innovación Científica, con la investigación sobre el efecto del agua ozonizada en el prolongamiento de la vida verde del banano. En este proyecto participaron los ingenieros agropecuarios Ángel Llerena (hijo del nominado al Nobel) y Mario Santillán Coello.