Imagen referencial. Una anestesióloga fue juzgada por haber causado la muerte de una mujer de 28 años a la que intervino bajo los efectos del alcohol. Foto: Pixabay.
“Reconozco hoy que mi adicción era incompatible con mi profesión. Lamentaré esta muerte toda mi vida”, dijo durante el primer día de su juicio la anestesista belga Helga Wauters, de 51 años. La especialista se enfrenta a una pena de tres años de cárcel por homicidio imprudente, tras haber causado la muerte de una mujer de 28 años a la que intervino en una cesárea bajo los efectos del alcohol.
Los hechos que causaron la muerte de la víctima, la británica Xynthia Hawke, sucedieron el 26 de septiembre del 2014. Sin embargo, el juicio no se realizó hasta el pasado 8 de octubre del 2020. Durante su intervención en la audiencia, la anestesista leyó un comunicado sin mirar a la familia de la víctima e indicó que no deseaba hacer declaraciones durante el proceso.
Según informa el diario español ABC, en el proceso de investigación la mujer minimizó su responsabilidad sobre lo sucedido. Testigos aseguraron que Wauters, quien se encontraba de guardia, olía a alcohol en el momento que atendió a Hawke para el parto.
La anestesista, dicen testimonios que fueron confirmados por un especialista, “intubó el tracto digestivo, en lugar del respiratorio. Luego usó un globo sin oxígeno en lugar del ventilador de quirófano, que no sabía cómo usar”. La negligencia médica fue cometida mientras Wauters se encontraba bajo los efectos del alcohol y ocasionó la muerte de la mujer de 28 años quien falleció cuatro días después de su cesárea sin poder ver a su bebé.
La mujer, según el medio español, “admitió haber comenzado su día con una mezcla de vodka y agua ‘como todos los días’ durante 10 años y haber salido por la noche a tomar una ‘copa de rosado o dos’ con amigos”.
Su adicción al alcohol se inició tras la separación de su pareja en el año 2005 y en Bélgica, de donde es oriunda, fue despedida en dos ocasiones debido a faltas graves relacionadas con elevados niveles de alcohol en su sangre. Sin embargo, “sus antecedentes nunca fueron comunicados al Colegio de Médicos de su país”, señaló uno de los investigadores.
Wauters dijo que consideraba “que fui obligada a soportar el peso de esta tragedia sola”. Explicó que cuando sucedieron los hechos “todavía no podía controlar” su alcoholismo y que no quería “fingir ser una víctima”.