Redacción Nueva Loja
Una fiesta se vivió esta semana en la localidad kichwa Añangu, ubicada en las riberas del río Napo, a 90 minutos de Puerto Francisco de Orellana. La localidad celebró la incorporación de ocho miembros de su comunidad como promotores turísticos.
Ellos serán los encargados de mostrar las tradiciones, la cultura, las costumbres y la gastronomía de la zona a los visitantes.
Los cuatro hombres y cuatro mujeres, de entre 20 y 30 años, se capacitaron durante un año. Apoyaron técnicos de la fundación Rainforest Alliance, que trabaja en la comunidad.
Este acto fue una parte del proyecto. El propósito es que otros miembros de la comunidad, integrada por 170 habitantes, se sumen a este plan.
Los nativos buscan fortalecer el proyecto de turismo sustentable que se aplica en el sitio. Por esa razón, conformaron el centro Napo Wildlife, un complejo turístico comunitario.
Para Milton Yumbo, representante de la población kichwa, el centro Napo Wildlife es el fruto del esfuerzo de mucha gente. “Ofrecemos paseos en lancha, caminatas por la selva y un sinnúmero de actividades pensadas para los turistas”.
Verónica Muñoz, representante de la organización no gubernamental, asegura que este proyecto permitirá tener ganancias a los moradores. “Muchos de quienes intervienen son líderes y lo único que hemos hecho es darles los lineamientos para que impulsen sus propuestas turísticas”.
Los promotores, incluso, aprendieron a hablar y a escribir frases básicas en inglés, para comunicarse con los extranjeros.
Jiovanny Rivadeneira, administrador del lodge Napo Wildlife, explica que se busca impulsar el turismo para generar trabajo permanente.
En mayo de 2009, Rainforest Alliance otorgó un premio a Añangu por su destacado desempeño, calidad en el servicio y responsabilidad ambiental.
Katy Puga, de Rainforest Alliance, explica que los guías han expresado su interés de viajar a Quito y a Guayaquil para prepararse en administración hotelera. “Nos interesa ayudar a las comunidades, de esa manera mejoran su economía”.