Ayer, 23 de septiembre del 2020, en la terraza de la Empresa de Agua se reunieron el alcalde Jorge Yunda (derecha) y Patricio Alarcón, de la CCQ (de espaldas). Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
El impacto económico de la pandemia en Quito motivó la reunión entre el alcalde Jorge Yunda y el presidente de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), Patricio Alarcón.
“Si no hacemos algo, esta ciudad se va a la crisis”, sostuvo Alarcón, mientras el Alcalde le explicaba las razones por las que optó por un sistema de restricción vehicular según las placas, par o impar.
Ayer, 23 de septiembre del 2020, durante 45 minutos, el empresario intentó convencer sobre su propuesta: volver al Hoy No Circula. Con este sistema, que regía antes de la pandemia, los vehículos no podían movilizarse un día por semana. Con el actual sistema, los automotores están impedidos de circular por tres días.
“Queremos que nos dejen trabajar, que se reactive el comercio y tener seguridad jurídica, no que un día haya un salvoconducto y otro día no”, agregó Alarcón.
El Burgomaestre aseguró que hasta el 1 de octubre se evaluará si se mantiene la actual medida de prohibición vehicular o se regresa a la anterior.
La próxima semana se cumplen 15 días desde que finalizó el estado de excepción. En lo que resta del mes, según Yunda, se revisarán las cifras de la curva epidemiológica por el covid-19, el número de camas disponibles en hospitales y la tasa de morbilidad. Solo entonces se tomará una decisión.
Otras dos propuestas de la Cámara son que se aumente el número de buses en circulación y se controlen los aforos y las medidas de bioseguridad.
Un informe de la Secretaría de Movilidad sostiene que el 70% de la población se moviliza en transporte público. La idea de restringir la circulación por placa par o impar tiene como objetivo evitar las congestiones y que los pasajeros estén menos tiempo en el bus.
Antes de la pandemia, el promedio de usuarios del transporte metropolitano (Trolebús, Ecovía y Corredor Sur Oriental) era de 500 000 al día. Ahora es de 190 000.
La reducción en el número de pasajeros se debe a que la gente aún realiza teletrabajo y los estudiantes reciben clases virtuales. Antes de la emergencia sanitaria, el 39,4% de los pasajeros se desplazaba por razones de trabajo, el 30% para efectuar trámites personales y el 14% eran estudiantes.
Para Alarcón, el actual modelo de la Alcaldía “no tiene lógica”. “Aunque el 70% se movilice en bus, al impedir que las personas saquen sus vehículos esa cifra aumentará, porque se le obliga a la gente a ir en bus y se le expone a contagios”.
La Empresa Metropolitana de Pasajeros registró un incremento de apenas el 2% en el promedio de usuarios diarios en los primeros seis días después de que finalizara el estado de excepción, el pasado 13 de septiembre, en comparación con los seis días anteriores.
La propuesta de la CCQ para flexibilizar el tránsito se sustenta en datos económicos que evidencian la urgencia de una activación. Su titular sostiene que el 67% de los quiteños tiene empleos no adecuados y el 23% está desempleado.
Una encuesta de este organismo, en conjunto con la Universidad de las Américas, indica que el 87% de los quiteños piensa que la pandemia le ha afectado de forma directa.
Mientras llega el 1 de octubre, la Empresa de Movilidad y Obras Públicas monitorea la circulación vehicular. Un reporte de agosto indica que con la medida de placas par o impar, el día que más circulación vehicular se registró fue el viernes. Solo en uno de los cruces más transitados del sector norte se contabilizaron hasta 30 000 vehículos. El domingo, en cambio, en un cruce del sur circularon no más de 13 400.
En el transporte de pasajeros, las autoridades municipales están concentradas en cuidar el aforo del 50% y que las personas usen mascarilla.
El vicealcalde Santiago Guarderas reconoció que hay una dificultad para controlar el aforo. Dijo que no había suficientes agentes para “todas las esquinas y todas las paradas”.
En el presente mes, la Agencia Metropolitana de Tránsito ha enviado a la Secretaría de Movilidad 40 informes sobre incumplimiento de aforo.
Para la Empresa de Pasajeros, la fórmula para evitar aglomeraciones es monitorear la demanda tanto en paradas como en estaciones.