Según una encuesta realizada por la práctica global de Food&Nutrition de la empresa Ketchum, el 80% de los consultados en Argentina cree que para 2020 la elección y la compra de alimentos pasará por el área nutricional, el camino más directo para preservar la salud.
Miriam Becker
Columnista
Es periodista y comenzó su carrera en la revista Mucho Gusto, centrada en los temas del hogar y la cocina, donde unió sus vocaciones. Luego pasó a los programas de televisión y los libros. La Nación, Argentina, GDA
Los profesionales de la salud y las industrias alimentarias, que han tomado seriamente la tendencia de los consumidores, aúnan esfuerzos en busca de alimentos más sanos, con más energía y bienestar. Los alimentos prebióticos y probióticos abrieron camino. Ahora está en plena vigencia el ‘no’ a las grasas trans.
Sobre el tema, la doctora Susana Socolovsky, experta en innovación tecnológica de alimentos y consultora de empresas en regulaciones alimentarias, afirma: “Las grasas, o lípidos, son un grupo de nutrientes que contienen ácidos grasos.
Las grasas trans, también conocidas como ácidos grasos trans, son un tipo de grasas que se originan en el proceso industrial de hidrogenación, al convertirse los aceites líquidos en sólidos”. Estas grasas no existen en los aceites vegetales sin procesar, pero se producen durante el proceso de hidrogenación parcial, usado para obtener la margarina.
Dichos productos industriales, también llamados oleomargarinas o aceites vegetales parcialmente hidrogenados, están siendo modificados para ofrecerlos libres de grasas trans.
Aún se encuentran en algunas margarinas, galletitas saladas y dulces, snacks, productos de copetín y productos horneados, y están listados en las etiquetas como “aceites vegetales parcialmente hidrogenados”.
Las pruebas concluyentes de que el consumo de ácidos grasos trans (AGT) y de grasas saturadas aumenta el riesgo de cardiopatía coronaria -principal causa de muerte en América Latina y el Caribe-, de muerte súbita de origen cardíaco y de diabetes mellitus, condujo a que la OMS y la FAO respaldaran la eliminación total de estas grasas en toda América.