Estefanía Montalvo, desde Ambato
Los niños de la escuela fiscal Domingo Faustino Sarmiento, de Pelileo, cesaron sus actividades pedagógicas ayer a las 11:00. Con sus uniformes nítidos y portando banderas del Ecuador se organizaron en el coliseo del plantel.
Era la primera vez que Dennis Terres, de 7 años, iba a ver al presidente Rafael Correa y se sentó frente a la tarima principal. Las sirenas de la Policía y más de cinco camionetas doble cabina llegaron hasta los exteriores de la escuela. La numerosa comitiva de seguridad rodeó al Primer Mandatario, quien apenas bajó de una mazda azul, saludó con quien encontraba a su paso. Su visita fue para entregar 75 centro tecnológicos educativos en ese cantón de Tungurahua.
En Ambato, la capital provincial, los ciudadanos también se detuvieron en las esquinas para ver las caravanas de decenas de autos oficiales pertenecientes a los ministerios.
La pregunta que se hace Christian Paredes es “¿por qué Ambato, si aquí Correa perdió las elecciones?”. Según el Consejo Nacional Electoral, en los comicios de abril, el ex presidente Lucio Gutiérrez alcanzó el 45% de los votos, mientras que Correa, obtuvo el 38%.
Una segunda preocupación de Paredes es el gasto que le significa al Estado la concentración organizada por el Gobierno, prevista para hoy por los tres años en el poder. “Todos debemos pagar los hoteles, la movilización y los alimentos de centenares de funcionarios públicos . Eso es un atraco”.
En Pelileo, en cambio, la visita de Correa fue una fiesta. En la escuela Sarmiento, el alcalde Manuel Caizabanda agradeció por las obras realizadas en la vía Totoras-Penipe y ensalzó el trabajo del Presidente. En la mesa directiva estuvieron también el ministro de Educación, Raúl Vallejo y la legisladora Betty Carrillo, presidenta de la Comisión de Comunicación de la Asamblea. Jorge Glas, ministro de Telecomunicaciones, fue quien dio cifras de las obras realizadas en este ámbito.
A su alrededor, Terres y sus compañeros agitaban pequeñas banderas tricolor. El discurso del Primer Mandatario fue para hacer un recuento del trabajo en el área de educación durante estos tres años de lo que él llama revolución ciudadana. “Quien no sepa manejar Internet será el analfabeto del siglo XXI ”, sentenció.
Correa salió del plantel para ir en caravana hasta el cantón Quero en donde lo esperaba un coliseo repleto de representantes de las comunidades indígenas y campesinas del sector. El ministro de Agricultura, Ramón Espinel, anunció la revolución agraria. “Para hacer producir el campo en estos próximos tres años retiraremos la tierra improductiva que está en manos de los latifundistas para los campesinos del país. Son 2, 5 millones de hectáreas que serán suyas”.
En el coliseo, Correa estuvo acompañado de las comunidades indígenas evangélicas de Tungurahua. A pesar de que el jueves, su federación, la Feine, dijo estar molesta con el Gobierno, en el acto de ayer, Jorge Sisa, dio un apoyo incondicional al proyecto de Alianza País.
En las calles de Ambato, las celebraciones previstas para hoy han despertado expectativa y preocupación. Luis Ango, quien tiene un local de zapatos en la céntrica avenida Cevallos, que fue cerrada anoche desde las 20:00 para montar las tarimas y los ‘stand’ para los festejos, dijo que no abrirá su local por temor a los robos. “Sabemos que con tanta gente en los festejos puede haber desgracias. El problema es que los sábados son los días que más ventas tenemos”.
Los transportistas de Ambato también están preocupados. Pedro Reascos, taxista, pronostica un caos vehicular. “La Cevallos es la principal vía de Ambato, no entiendo cómo las autoridades aprobaron que la cierren”.
En cambio, Luz Torres, comerciante informal, se alista para las ventas. “Compré pan, mortadela y gaseosas para vender a la gente que apoya a Correa. En las noticias escuché que vendrán unas 100 000 personas”. Juan Moreta, también comerciante, prefiere no abrir su local hoy.
Dice que en Ambato unas personas apoyan al Presidente y otras no por lo que teme cualquier conflicto. Lo dice porque un sector de la oposición pidió a los ambateños salir a las calles con crespones negros. Fernanda Tamayo lo hará como forma de rechazo a la concentración oficial. “No hay nada que festejar. El país no está bien”.
Punto de vista
Freddy Rodríguez / Analista
‘Tungurahua no es un bastión de Alianza País’
La organización de los festejos del Gobierno en Ambato tiene varias lecturas. Esta ciudad y la provincia de Tungurahua no es un bastión de Alianza País. Al contrario. En las últimas elecciones Lucio Gutiérrez obtuvo una mayor votación. Considero que con esta celebración se busca afianzar al Régimen. Por eso se arman tarimas, estands y se invita a artistas. Incluso, el actual Alcalde de la ciudad y Prefecto no consiguieron una votación holgada como en otros comicios. Ellos participaron con apoyo del partido de Gobierno. Ganaron, sí, pero no tuvieron una aceptación muy abrumadora.
Por tradición, esta ciudad se ha caracterizado porque su gente es emprendedora. Cifras delINEC indican que en Ambato hay la menor tasa de desempleo. Esto porque la gente busca, de cualquier forma, instalar una microempresa, un negocio. Por esta actividad comercial y empresarial, la mayoría de los ambateños no votó por Correa. Su discurso de nivelar los sueldos, de aprobar más impuestos, ocasiona malestar.
Además, en este festejo vendrán delegaciones de comunidades alejadas y pobres. Los dirigentes aprovecharán la presencia de los ministros para pedirles ayuda, obras. Esta práctica clientelar no es buena. De esta forma no se hace un buen gobierno. Redacción Sierra Centro