Alumno del Mejía detenido en protestas: 'nos pusieron corriente en la espalda'

¿Hubo o no tortura a los jóvenes que fueron detenidos tras las protestas del 18 de septiembre por un supuesto aumento de pasajes? EL COMERCIO accedió a los testimonios que los jóvenes del caso Mejía rindieron ante los jueces cuando estaban detenidos. Ellos dijeron que recibieron descargas eléctricas en el cuerpo, que fueron golpeados, que estaban ensangrentados. Son testimonios similares al que presentó la organización pro derechos humanos Human Rights Watch.

A continuación presentamos algunas versiones de los jóvenes que estaban detenidos. Sus nombres reales serán protegidos.

Julio:

“No estaba participando en las protestas. En ese momento los señores policías comenzaron a correr y coger a las personas. Por el miedo a que me cojan sin haber participado en las manifestaciones corrí al interior del colegio, en el cual me encontré unos 10 minutos. Al poco tiempo los policías entraron al colegio, corrimos al estadio y ahí nos detuvieron, Procedieron a golpearnos, a insultarnos y nos pusieron corriente en la espalda. Eso me produjo un gran dolor, tengo moretones. Continuaron insultándonos y pidieron a los policías que pasaban que nos golpeen. Me pusieron boca abajo y me pisaron. Luego me golpearon en el brazo izquierdo con el tolete, así como en la espalada a la altura de la cintura y luego en las piernas (…) Me subieron a una moto de la Policía, luego que nos alejamos unas cuantas cuadras siguió la tortura en la moto. Detuvo la marcha de la moto y me propinó golpes con el casco”.

Carlos:

“Permanecí en el colegio hasta las 21:40, hasta cuando ingresaron los policías al colegio y a mí me detuvieron en el coliseo y comenzaron a pegarme en el pecho, en la parte derecha de la cintura, en la parte de la columna con toletes y pistolas de electricidad acompañadas de patadas en todo mi cuerpo. Nos hicieron fila india e igualmente nos pagaban y nos llevaron al Regimiento Quito. Se nos burlaban y mofaban con palabras de hijo de p… ahora sí grítame y nos detuvieron en el regimiento Quito hasta las 6 de la mañana y nos trasladaron a la unidad de flagrancia el viernes”.

Byron:

“Yo entré al estadio, corrí hacia las canchas de tenis, ya no pude ingresar e intenté treparme a la piscina. Lo que hice es esconderme debajo de un árbol que está ubicado en la piscina. Nos comenzaron a buscar, les encontraban y pegaban en la cabeza, arrastras fuera del colegio me pegaron en la espalda, en las piernas, me subieron en una moto, una señora se acercó a ayudarme y le pegaron a la señora con los toletes. De ahí se acercó una patrulla, nos llevó al Regimiento Quito 2, donde nos tuvieron en el patio haciendo burlas, pegándonos. Así nos tuvieron hasta las 06:00. A algunos les quitaron los celulares ya que revisaron las mochilas, luego nos trasladaron a la Unidad de Flagrancias.

El Gobierno negó cualquier caso de tortura hacia los jóvenes y en esos días se difundió un video con los testimonios de los detenidos. Esas tomas fuero hechas en el CDP, en donde se encontraba el grupo. En esos videos, los arrestados dicen que están bien, que les han tratado bien, que juegan a las barajas y que el director del CDP se ha portado perfecto.

En un comunicado remitido el 16 de octubre, el Ministerio del Interior dijo: “los uniformados, que efectivamente agredieron a los alumnos recibirán sus sanciones”.

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