Redacción Sociedad
Que las clases se normalicen. Ese fue el pedido que Iván Ruiz, presidente del Consejo Estudiantil del colegio Nacional Mejía, le hizo a Luis Calle, director provincial de Educación de Pichincha, ayer.
El estudiante de sexto curso Sociales del Mejía acudió acompañado de Sergio Salazar, presidente del Comité Central de Padres de Familia. “Hay cabecillas de la Unión Nacional de Educadores (UNE) en el plantel. Pero la mayoría de profesores quiere retomar las actividades”, aseguró.
Se refiere a que en el Mejía laboran Francisco Rojas y Jorge Piedra, vicepresidente nacional y presidente de Pichincha del gremio, entre otros dirigentes.
David Carvajal, presidente de la Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador (FESE) y alumno del Montúfar, se ubicó frente al Mejía. Afirmó que también quiere que el paro termine.
Mientras, en el Simón Bolívar, las labores aún son irregulares. Yolanda Rodríguez, rectora encargada del colegio Simón Bolívar, dijo que ha sentido el respaldo de los padres de familia.
“La respuesta de los padres ha sido positiva. Los maestros no asisten, solo llegan, firman el registro y se van. Pero buscamos estrategias para trabajar con las alumnas, con tutoras e inspectoras. Es una forma de presionar a los maestros para que retornen a sus labores y depongan la medida de hecho. No todos apoyan la paralización”.
Según Rodríguez, tuvieron un promedio de 25 alumnas por curso, ayer. El lunes fueron cinco o siete de un total de 35. Sin embargo, las estudiantes consultadas dijeron sentirse aburridas de estar en el aula sin actividades.
Hasta ayer eran 10 los rectores removidos de sus funciones en 15 días de paro, siete de Quito. A la lista se sumaron las autoridades de los colegios Técnico Manuel Benjamín Carrión y María Angélica Carrillo de Mata Martínez, de la capital, y Nelson Torres de Cayambe.