Redacción Sociedad
Atrofia en el crecimiento fetal, aumento del riesgo de neumonía en niños, pérdida de memoria y mutaciones que causan cáncer de seno y de pulmón. Estos son los principales problemas de salud que provocan en los residentes de Quito las altas emisiones de residuos de hidrocarburos.
Estos son los hallazgos de médicos ecuatorianos y extranjeros, a través de la investigación Impacto de Contaminantes del Aire de Quito en la Salud: Recientes estudios científicos. Los resultados fueron presentados por el médico Fernando Sempértegui Ontaneda, la noche del miércoles. El estudio, realizado en la capital entre 2004 y 2007, enfocó cuatro grandes temas.
Uno de ellos se refiere a las incidencias de la carboxihemoglobina (COHb, mezcla de hemoglobina y monóxido de carbono) en el crecimiento del feto durante el embarazo. “El CO, inhalado por la madre, pasa al feto. Al unirse con la hemoglobina afecta al abastecimiento de oxígeno e interfiere el paso de nutrientes”.
Se hizo un seguimiento a 101 madres y sus recién nacidos, en el Hospital Isidro Ayora. La conclusión fue que el 11% de las madres presentó concentraciones mayores al 2,5% de COHb, considerado como porcentaje límite tolerable. Los niños, cuyas madres tuvieron índices mayores, pesaron casi 300 gramos menos frente a aquellos cuyas madres con porcentajes bajos de COHb. Además, alcanzaron tallas y perímetros de la cabeza menores.
Otro campo de estudio se relacionó con los riesgos de inflamación crónica y mayor susceptibilidad a las infecciones respiratorias agudas en los niños. Esto causado por las altas cargas de partículas pequeñas (2,5 micras) en el aire ambiental incrementa el riesgo de neumonía en los niños.
Se tomó como base de estudio a 821 niños, de entre 18 y 42 meses de edad, de los barrios Lucha de los Pobres y Jaime Roldós. En el primero se registraron 25 microgramos de partículas por metro cúbico por día y 18 en el segundo barrio, frente a los 10 como límite máximo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Y la conclusión fue que los niños de la Lucha de los Pobres resultaron con mayor desnutrición (menos peso y talla) y anémicos, además de tener menos oxígeno en su sangre.
Estos estudios fueron publicados en revistas científicas internacionales. Incluso el de la Lucha de los Pobres recibió el primer premio de la Sociedad Médica de Massachusset, en 2007.
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