David Lucero, especial para EL COMERCIO. Desde Medellín
Cerca de las 22:30 de anteayer, los pasillos de las 12 habitaciones que ocupan los seleccionados en el piso 15 del Hotel Dann Carlton, ubicado en el sector de El Poblado en la capital del Departamento de Antioquía, permanecían despejadas.
Detalles del viaje
Los jugadores viajaron la tarde del viernes hasta Medellín en un avión de la compañía aérea Tame. En la delegación estuvieron directivos de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).
Los jugadores llevaron sus equipos portátiles de música y computadores, los mismos que siempre estuvieron encendidos.
El regreso de la delegación estaba previsto para las 20:00 de ayer, después del encuentro que se debía jugar contra Colombia, en Medellín. Hoy, la agenda incluye entrenarse desde las 16:00 en Parcayacu.
En ese momento, los 23 seleccionados descansaban, luego del agotador traslado desde Quito hasta Medellín. Mientras que en las siete habitaciones que ocupaba el cuerpo técnico y médico de la Selección, se escuchaban intercambios de opiniones en cuanto a variantes tácticas que la Tricolor debía de utilizar en el cotejo de ayer frente a Colombia.
Al día siguiente (ayer), el ajetreo y el silencio predominaron en el hotel. Cerca de las 08:00, los integrantes de la Selección empezaron a despertarse y pensar en el cotejo de ayer.
La intensa agenda incluía el desayuno, a las 09:00, con frutas, jugos, carbohidratos…, tal como lo planificaron los médicos.
Después de esto, los seleccionados regresaron a sus habitaciones y en total aislamiento de los periodistas empezaron las charlas y conversaciones con el profesor Sixto Vizuete y el asistente Julio César Rosero, algo tan necesario para bajar la tensión del partido y dibujar el esquema táctico.
A las 11:00 nuevamente los muchachos bajaron al lobby, esta ocasión para servirse un ligero almuerzo que consistió principalmente en pasta.
La reunión en el comedor no duró más de 35 minutos. Después de eso, regresaron a las habitaciones para el último descanso previo al trascendental partido.
Siendo las 11:30, Richard Buitrón, utilero de la Selección, coordinó la salida de los bultos para llevarlos al estadio Atanasio Girardort. El traslado de Buitrón al escenario tardó solo 30 minutos.
El ambiente a esta hora era muy ajetreado porque los aficionados que llegaron cerca al hotel de concentración salían también rumbo al escenario. Los gritos de respaldo para los jugadores se repetían uno tras de otro.
A las 13:15, los jugadores empezaron a bajar de sus habitaciones para salir al estadio. La agenda incluía un traslado con resguardo de la Policía colombiana, que dio una importante protección durante toda la estadía.
Entre los aficionados que llegaron a la concentración aparecieron rostros conocidos para los seleccionados. Estos fueron el entrenador Armando Osma, los preparadores físicos Elkin Sánchez, quien trabajó con Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez, y Oswaldo García, asistente de Luis Fernando Suárez. La pregunta permanente era: ¿vinieron a apoyar a los seleccionados o a dialogar con conocidos entre dirigentes y periodistas?
En el estadio el escenario fue diferente porque cerca de 4 000 aficionados apoyaron permanentemente a los jugadores, pero estos cayeron 2-0 ante Colombia.