El FUT y otras organizaciones de oposición llegaron hasta la Fiscalía, en Quito, para protestar contra la corrupción. Foto: Pavel Calahorrano/EL COMERCIO
La conmemoración del Primer Grito de Independencia tuvo dos aristas: la protocolar y la partidista. Por la mañana, el presidente Lenín Moreno participó en la ceremonia de colocación de ofrendas en la Plaza Grande y en una ceremonia militar en la Esmil.
Los Granaderos de Tarqui hicieron una calle de honor a Moreno. Fue recibido por Miguel Carvajal, ministro de Defensa, y otras autoridades. No hubo banderas o simpatizantes de Alianza País.
Pero, al otro lado de la Plaza Grande, frente a Carondelet, había decenas de banderas blancas. Varias de ellas con el nombre del Mandatario.
Tampoco eran oficialistas. Eran miembros de Democracia Sí, liderado por Gustavo Larrea, amigo del Presidente. Varias pancartas tenían el rostro del exministro de Gobierno.
La agrupación se encuentra de nuevo en proceso de recolección de firmas para obtener la personería jurídica. Quieren participar en las próximas elecciones seccionales. Los acompañaban miembros de otros dos colectivos llamados Alianza Democrática Nacional y Ecuador Unido.
Simpatizantes de AP se reunieron en la Plaza del Teatro. Protestaron contra Moreno. Foto: Adriana Noboa/EL COMERCIO
Julio León, uno de los dirigentes de Democracia Sí, contó que escogieron el 10 de agosto por su importancia histórica para mostrar su respaldo al Primer Mandatario, a Larrea y a la democracia.
Lo hicieron tres días después de que el secretario general de la Presidencia, Eduardo Mangas, emitiera un oficio aclarando que Larrea no tenía ningún cargo oficial en el Gobierno, por lo que no estaba autorizado a hacer gestiones a nombre de Moreno.
La cercanía entre ambos fue una de las principales críticas de una de las alas de AP contra su presidente nacional. Y estos argumentos llegaron hasta las bases del oficialismo.
Cerca del mediodía, unas 70 personas se autoconvocaron en la Plaza del Teatro para protestar en contra del Presidente. Exigían que Rafael Correa regrese de Bélgica y pedían la salida de Moreno.
Según el grupo de manifestantes, Moreno traicionó los principios de la revolución ciudadana, con su iniciativa de diálogo con sectores de la oposición. De ahí que anunciaron que protestarán todos los jueves frente a Carondelet.
Con pancartas y banderas, insistieron en una presunta vinculación entre el Gobierno y lo que denominaron la ‘partidocracia’. Respaldaron al vicepresidente Jorge Glas, que ha sido señalado en casos de corrupción que son investigados por las autoridades de justicia.
Mientras tanto, en la Fiscalía General, el Frente Unitario de Trabajadores, junto con otros colectivos, como la Unión Nacional de Educadores y la Comisión Nacional Anticorrupción, se manifestaron contra la corrupción, por la transparencia y la celeridad en la justicia.
Ellos pidieron la salida del Vicepresidente y no fueron los únicos. En la víspera, el ministro de Inclusión Económica, Iván Espinel, pidió al Vicepresidente que dé un paso al costado o tome una licencia hasta que concluyan las investigaciones.
El también líder de Fuerza Compromiso Social, y aliado del Presidente, argumentó que no se puede afectar la institucionalidad con “probables asuntos de corrupción”.
Esto originó que la Dirección Nacional de AP reaccione. Emitieron un comunicado rechazando las declaraciones del Ministro y pidieron al Primer Mandatario que lo separe del gobierno para “depurarse de elementos oportunistas”.
Pero Espinel respondió ayer, 10 de agosto, en un acto diferente, donde fue abordado por la prensa. Aseguró que no renunciará y que tampoco responderá porque está “ocupado trabajando” en los planes del Régimen.
La jornada cerró en la tarde con una movilización en Quito. Un grupo de ciudadanos, sin banderas políticas, marchó hacia Santo Domingo para también pedir la salida del vicepresidente Glas.
En contexto
El presidente Lenín Moreno inició un diálogo que, en sus palabras, busca una reconciliación nacional. En el movimiento Alianza País hay dos tendencias visibles: una que lo apoya y otra que le pide mantener el estilo y las políticas de la anterior administración.